Florida, 13 sep.- El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, a la participación, la no discriminación y el respeto al interés superior de los niños y las niñas se refrenda de manera explícita en el nuevo Código de las Familias cubanas, en una muestra plena de respaldo a los criterios internacionales y a lo dispuesto en la Constitución de la República de Cuba.
De acuerdo con la norma que será sometida a referendo el próximo 25 de septiembre, los infantes y adolescentes del entorno familiar tienen derecho a ser escuchados, en correspondencia con sus capacidades y autonomía progresiva, a la toma de decisiones que atañen a sus intereses dentro del hogar, a recibir acompañamiento y orientación, y a vivir en un ambiente libre de violencias.
Cualquier familia deseosa del normal crecimiento y felicidad de los hijos estará de acuerdo con la obligación de garantizar su integridad física y mental, la atención de su salud, educación, alimentación, crianza y bienestar general, junto al acceso al juego y otras actividades recreativas propias de su edad, todo lo cual se plasma en el nuevo reglamento.
Dicha institución básica es la máxima responsable de asegurar que las niñas, los niños y los adolescentes tengan acceso al disfrute real de estos y de otros conceptos referidos a su bienestar y calidad de vida.
El Código de las Familias cubanas no niega ni priva de derechos a los padres sobre los hijos, pero si refuerza el compromiso del país con los tratados internacionales, donde se define la inviolabilidad del acceso de los infantes al pleno desarrollo físico, mental y social, a expresar sus opiniones y a ser escuchados en su ámbito familiar.