A 50 años del primer título olímpico de la Revolución (+Vídeo)

En 21 Juegos Olímpicos, Cuba acumula 235 medallas y de ellas 84 de oro. Casi la mitad de los títulos, 41, se los debe al boxeo, buque insignia del deporte cubano que atesora también 19 preseas de plata y 18 de bronce.

Precisamente en la edición de Múnich 1972, un púgil abrió para Cuba la exitosa senda bajo los cinco aros: el 54 kg Orlando Martínez. Luego, llegarían las coronas del welter Emilio Correa y el súpercompleto Teófilo Stevenson, quien por ese entonces comenzaba a convertirse en leyenda.

Martínez regalaba así su primer oro olímpico a la Isla, 68 años después del conseguido por el esgrimista Ramón Fonst en los Juegos de San Luis 1904.

El título de Orlandito en la ciudad alemana se celebraba, además, como el primer lauro olímpico dorado de la Revolución y del boxeo cubano.

Para escalar a lo más alto del podio, el peso gallo logró cinco triunfos antes: venció 4-1 a Wing Maung (Birmania), 3-2 a Michael Dowling (Irlanda), 5-0 a Ferry Moniaga (Indonesia), 3-2 a George Turpin (Gran Bretaña) en la semifinal y 5-0 a Alfonso Zamora (México) en la final.

Con gran velocidad de piernas y depurada técnica, el habanero convenció a todos los que habían dudado de su paso arrollador, guiados por su experencia previa, en México 1968, cuando fue eliminado rápidamente.

Pero en Múnich todo parecía a su favor. En el cuadrilátero burló con facilidad a los rivales, quienes siempre quedaban fuera de distancia y no le podían pegar.

“Como se sabe, discutí el oro con el mexicano Alfonso Zamora, que había mostrado pegada, pero le observé muy bien y lo ‘retraté’. Tanto que le dije a los entrenadores: ‘este no me gana’.

“Diseñé la táctica a emplear y me funcionó, porque empecé por ‘jugar’ con él, desesperándolo con movimientos y esquiva, hasta que se desconcentró y quiso apurar un golpe para resolver.

“Entonces vino a buscarme como loco, le hice una finta y lo tiré. Se paró, porque era muy fuerte, y a partir de entonces lo trabajé con el contraataque, que era una de mis armas más seguras, con las dos manos, lo mismo con un jab que con una izquierda recta”, dijo hace algunos años a JIT.

Martínez o el “zurdo de Juanelo”, como también le decían por el reparto donde vivía en San Miguel del Padrón, asistió a tres olimpiadas: México 1968, Múnich 1972 y Montreal 1976, aunque en esta última ya no era el mismo, y tras derrotar al venezolano Jovito Rengifo, cedió en semifinales ante el coreano Hwang Chulsoon, con veredicto cerrado de 2-3.

Este 10 de septiembre, a 50 años del título en Múnich, el legado de Martínez continúa en cada puño, esquina o boxeador cubano. A pesar del tiempo transcurrido y de su lamentable pérdida el 22 de septiembre de 2021, Juanelo sigue ahí, asestando golpes precisos entre doce cuerdas y sin bajar la guardia. Suena la campana y otra vez, el árbitro levanta su mano por Cuba.

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“Siempre tenía una sonrisa en los labios…, su fortaleza no estaba solo en el ring”

“La de Orlandito, fue la primera medalla de oro que logró el boxeo cubano. Ya en ese momento comenzaron a demostrarse las potencialidades que había logrado la escuela cubana, como resultado de una mezcla del estilo europeo y americano, pero con características propias, atletas de mucha técnica y elegancia en el ring.

“De Orlandito, debo destacar su calidad como persona. Era muy humilde, sencillo, modesto, disciplinado; un ejemplo ante el colectivo.

“Fungió como miembro del comité ejecutivo de la Federación Cubana de Boxeo desde 2016 hasta su fallecimiento, el 22 de septiembre de 2021. Dicho comité está integrado solo por nueve personas; en Cuba hay cientos de glorias y él resultó seleccionado.

“Puedo certificar que cumplió cada una de las tareas asignadas. Su fortaleza no solo estaba en el ring.

“Se caracterizaba por su gran responsabilidad y preocupación por el trabajo, siempre preguntando cómo quedó esto y cómo mejorarlo. Muy pendiente de sus compañeros glorias del boxeo, de su familia.

“Siempre tenía una sonrisa en los labios. En ningún momento era capaz de realizar un hecho que molestara a otra persona.

“Esa grandeza, unido a ser el primer medallista de oro olímpico es una de las cosas que lo inmortalizaron. Y sigue siendo un ejemplo a imitar por nuestros atletas, en proceso de preparación y participación en compromisos importantes del boxeo a nivel internacional”. (Alberto Puig de la Barca, comisionado nacional y presidente de la Federación Cubana de Boxeo)

Alberto Puig de la Barca. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

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“Orlandito era un estilista, un boxeador de larga distancia”

“Para el boxeo cubano, el oro de Orlandito fue muy significativo, toda vez que inició el camino victorioso hasta nuestros días. A partir de su desempeño, Cuba escaló a lo más alto en los eventos internacionales de la disciplina. Luego, vino el Mundial de La Habana y volvimos a quedar campeones como país.

“Entonces, se retiró la ayuda de los profesores del Campo Socialista, porque ya los resultados indicaban que podíamos seguir solos y así ha sido hasta hoy.

Orlandito era un estilista, un boxeador de larga distancia. Tenía los brazos muy largos y aprovechaba bien esa posibilidad.

“Compararlo con un púgil actual es difícil. Diría que Lázaro Álvarez tiene un estilo semejante, boxeo de larga distancia y trabaja mucho con los rectos. De todos modos, la impronta de Orlandito está en todos los que asumen este deporte con disciplina y constancia”. (Rolando Acebal, jefe técnico de la escuadra cubana de boxeo)

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“Fue un gran campeón”

“Nos ha inspirado a seguir la senda del triunfo que inició. Fue un gran campeón, por lo que su ejemplo nos motiva a continuar poniendo en alto el equipo de las cuatro letras y el nombre de la escuela cubana de boxeo

“Tuve la oportunidad de conocerlo y muy buena amistad que hicimos. Para nosotros fue un honor que nos acompañara en los Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014. Nos dio mucha fuerza”. (Julio César La Cruz, capitán del equipo cubano de boxeo)

Julio César La Cruz, campeón en Tokio 2020. Foto: Reuters.
  • Orlando Martínez nació en La Habana el 2 de septiembre de 1946 y murió el 22 de septiembre de 2021, a los 75 años.
  • Se convirtió en el primer campeón olímpico de la Revolución el 10 de septiembre de 1972 en Múnich, Alemania. Ese mismo día se cumplían 23 años del fallecimiento de Ramón Fonst, quien fuera el primer latinoamericano en ganar un oro en Juegos Olímpicos.
  • Martínez participó en tres citas olímpicas. Además, conquistó el oro en los Juegos Panamericanos de México 1975, se alzó con el bronce en los Juegos Centroamericanos de Santo Domingo 1974 y se agenció varias fajas nacionales.
  • Durante su carrera solo cayó derrotado en 23 de sus 226 combates.
  • Luego del retiro del deporte activo se dedicó a enseñar, donde también mereció elogios dentro y fuera de Cuba.

En video, el combate

Tomado de Prensa Latina

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