Roma, 7 mar.- Los ataques informáticos graves crecieron en Italia un 65,0 por ciento, mientras en el resto del mundo aumentaron 12,0 puntos porcentuales, lo que ubica a este país entre los más afectados por ciberdelincuentes, indica hoy un informe.
Un reporte de la Asociación Italiana para la Seguridad Informática (Clusit), divulgado en el sitio digital especializado CyberSecurity360, señala que el pasado año se registraron en este país 310 ciberataques de gravedad y el 56,0 por ciento de los mismos tuvieron consecuencias críticas.
Más del 47,0 por ciento del total de ataques de este tipo registrados en Italia desde 2019 ocurrieron en 2023, precisa ese análisis, que será presentado oficialmente durante la Cumbre de Seguridad Informática que tendrá lugar en la norteña ciudad de Milán, entre el 19 y el 21 de marzo.
Gabriele Faggioli, presidente de Clusit, señaló al respecto que “para frenar esta tendencia e intentar estabilizarla y posiblemente reducirla, es necesario concebir y adoptar nuevas estrategias basadas en el intercambio de conocimientos, en la puesta en común de inversiones y en la asunción de responsabilidades hacia la comunidad”.
En cuanto a las finalidades de los ataques cibernéticos perpetrados contra Italia en 2023, ascendieron a un 64,0 por ciento los relacionados con la ciberdelincuencia, pero en un importante 36,0 por ciento se trató de acciones en las redes con fines políticos, o hacktivismo, cifra muy superior al 6,9 por ciento registrado en 2022.
De hecho, el 47,0 por ciento del total de ataques con fines de hacktivismo realizados en todo el mundo se produjeron contra organizaciones italianas, precisa el documento.
El sector más agredido en Italia en 2023 fue el gubernamental/militar, con el 19,0 de los ciberataques, para un incremento del 50,0 por ciento respecto al año anterior, seguido del sector manufacturero, con los 13,0 puntos porcentuales y un crecimiento en un porcentaje de 17 puntos en relación con los doce meses previos.
Los expertos del Clusit apuntaron que una cuarta parte del total de ataques dirigidos a la industria manufacturera a nivel mundial, afectaron a empresas italianas.
Faggioli alertó que, resulta inconcebible “que cualquiera pueda invertir libremente en tecnología sin la cobertura financiera necesaria para evitar la obsolescencia, por un lado, y garantizar la protección de los recursos digitales en el tiempo, por otro”.
La ética y la soberanía digital no pueden existir “sin garantías de seguridad de la información, sin una cultura digital adecuada, muy pobre en Italia, y sin una política industrial que coloque en el centro a las inversiones en empresas tecnológicas ”, concluyó el experto.
Tomado de Prensa Latina