Florida, 2 jun.- Las probabilidades de que se forme un huracán y afecte a quienes habitamos en la región del océano Atlántico son mayores desde el primer día de junio y hasta el 30 de noviembre, período de temporada ciclónica en el cual debe ser mayor la vigilancia meteorológica y el actuar preventivo para reducir riesgos de desastres.
De acuerdo con los pronósticos de los meteorólogos, esta nueva temporada será de normal a poco activa, pero el peligro no radica solo en la cantidad de ciclones tropicales, sino en el grado de intensidad que puede alcanzar este tipo de fenómeno natural, con temperaturas tan elevadas en el mar y la atmósfera, como consecuencia del calentamiento global.
En esta etapa también aumenta la posibilidad de ocurrencia de tormentas locales severas, y ante ello la necesidad de garantizar en el territorio la limpieza de zanjas, canales y alcantarillas para evitar acumulados de agua en tiempo lluviosos, y así reducir los riesgos de inundaciones que ponen en peligro la vida humana y afectan bienes de la economía de la familia y el país.
En este período, además de mantenerse bien atentos a las informaciones meteorológicas, se requiere accionar en el hogar, el barrio y centros de trabajo sobre la base de las medidas preventivas de la Defensa Civil cubana, orientadas a la protección de las personas, las estructuras constructivas y los recursos del pueblo y el Estado, ante la amenaza de fuertes vientos y lluvias intensas.