Addis Abeba, 1 abr.- La presentación del informe de gestión gubernamental del primer ministro Abiy Ahmed ante el Parlamento y la retirada de los cargos criminales contra líderes del TPLF del Tigray marcaron la semana que hoy concluye aquí.
La implementación del proceso de paz, la lucha contra la corrupción, avances en la economía, salud, educación y política exterior fueron temas abordados por Ahmed ante la Cámara de Representantes de los Pueblos (Parlamento) el 28 de marzo, al realizar un balance de su trabajo en los últimos seis meses.
Afirmó que la paz prevalece en muchas partes del país debido a las medidas adoptadas para poner fin al conflicto con el Frente de Liberación del Pueblo Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés), y ratificó el compromiso gubernamental con la resolución pacífica del problema con el grupo Shene que opera en la región de Oromia.
En ese sentido, explicó que en los últimos dos meses desarrollaron más de 10 consultas como parte de los esfuerzos para resolver la situación de manera pacífica, así como el establecimiento de un comité para supervisar esas actividades.
El grupo Shene, facción formada dentro del Frente de Liberación Oromo, aunque presuntamente opera de manera autónoma desde 2018, está acusada formalmente de perpetrar masacres, realizar sabotajes, destruir infraestructuras y más delitos. Fue declarado organización terrorista por el Parlamento en mayo de 2021.
Por otra parte, y en materia económica, informó que la deuda acumulada, el aumento del costo de la vida, la diferencia entre oferta y demanda y brechas en infraestructura son temas pendientes, aunque el sector reporta un continuo crecimiento.
Para absorber esos impactos en los hogares de bajos ingresos, fueron proporcionados más de 50 mil millones de birr (más de 927 millones de dólares) en subsidios para combustible y otros 21 mil millones de birr (más de 389 millones de dólares) por el mismo concepto para fertilizantes durante los últimos ocho meses.
Ahmed explicó también a los parlamentarios la implementación de una hoja de ruta educativa diseñada hace cuatro años que incluye la ampliación de centros de enseñanza, el mejoramiento de los servicios en los niveles inferiores como los jardines de infancia, las escuelas primarias y secundarias.
En el sector de la salud, afirmó que continúan los esfuerzos para incrementar las instituciones básicas y el suministro de medicamentos.
Sobre política exterior el primer ministro etíope reveló que el Gobierno trabaja en estrecha colaboración con sus homólogos de Sudán y Sudán del Sur para abordar los problemas fronterizos a través del diálogo.
Addis Abeba y Jartum durante los últimos 60 y 70 años han reclamado discrepancias de esa índole, considerados fuente de desavenencias en la actualidad, precisó. Recordó que el problema fronterizo con Sudán se produce por la ausencia de una demarcación entre las fronteras de los dos países. Con respecto a la situación con Sudán del Sur, dijo que no tiene intención ni está en condiciones de invadir territorio nacional, al referirse al cruce de la frontera etíope de algunos pastores sursudaneses con cerca de 20 mil cabezas de ganado con el pretexto de la sequía en el área.
Como un avance importante en la implementación del acuerdo de paz, el Ministerio de Justicia comunicó el jueves pasado sobre la retirada de los cargos penales contra líderes civiles y militares del TPLF por delitos cometidos durante el conflicto armado.
Un comunicado de esa cartera de Estado precisó que los procesos abiertos sobre el tema fueron retirados en conformidad con el Artículo 6 (3) (e) de la Proclamación No. 943/2008, el cual regula este tipo de decisiones teniendo en cuenta un interés público y previa consulta con el primer ministro.
Según el texto difundido en la cuenta de la red social Twitter del ministerio, los casos serán tratados en el marco de la Justicia Transicional.
Tras 10 días de diálogo en Pretoria, Sudáfrica, el 2 de noviembre último, con la mediación del expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, enviado especial de la Unión Africana, ambas partes anunciaron el cese de las hostilidades.
Además del alto el fuego, el pacto comprendió el reinicio de la ayuda humanitaria a la población de la jurisdicción y la sanación y reconciliación, como pilares para preservar la soberanía e integridad.
Tomado de Prensa Latina