Florida, ene.- Las políticas del bloqueo económico, comercial y financiero, y la guerra mediática de Estados Unidos contra la economía y la sociedad cubanas se mantienen vivas, duelen, afectan, reblandecen algunas conciencias y buscan, a toda costa y a cualquier costo, destruir la obra histórica, humana y solidaria de la Revolución.
Frente a semejante pretensión, la inteligencia, la voluntad de trabajar por el futuro y el patriotismo de nuestra gente para limitar el impacto del engendro yanqui deben multiplicarse: “Plan contra plan”, como diría el Apóstol José Martí, de cuyo natalicio celebramos por estos días el Aniversario 170.
Al bloqueo es preciso combatirlo ahora mismo con realidades más que con palabras, para mostrarle al enemigo y a los hijos de esta tierra las potencialidades y el valor de lo nuestro; “Hacer es la mejor manera de decir”, apuntó el Cubano Mayor, y eso se traduce en batallar constante contra el inmovilismo, el triunfalismo y el divorcio de los intereses colectivos.
Los que esperan soluciones milagrosas o mucho peor, quienes de manera ingenua o mal intencionada fundan y proponen nuestra mejoría económica en la perdida de las conquistas de la Revolución bajo el imperio del mercado y la sombrilla del Norte, ¡se equivocan!
Nuestro vino es de plátano. El imperio y nuestras propias insuficiencias lo han hecho amargo en la actual coyuntura, pero es nuestro, y mejorarlo y salvarlo es tarea de los cubanos, sin ceder un ápice de la soberanía y la independencia que tantos años de lucha y tanta sangre costaron para conquistarlas.
No es este, ni lo será nunca cualquier otra en el futuro, el momento de bajar la frente y deponer las armas a los pies del “Gigante de Siete Leguas”, es la hora de los hornos, de soldar el patriotismo que nos cuestionan; es el tiempo de sudar, de confiar sin dejar de cuestionar.
El bloqueo de la Casa Blanca contra Cuba cuesta dolor, perdidas, separaciones y bajas de las filas, pero la verdad sigue viva, se abre paso entre la maleza…defiende la unidad de los comprometidos.
Martí nos acompaña cuando asegura que “es hora de andar, más que de decir: el que anda vence…y venceremos, porque la justicia está de nuestro lado”.