El monumento a Fidel en Moscú

La Habana, 26 dic.- En la reciente gira del primer secretario del Comité Central y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por cuatro países de Europa y Asia, un momento particularmente emotivo fue su presencia, junto al presidente Vladimir Putin, en la inauguración de un monumento al Comandante en Jefe en el distrito Sokol, de la ciudad de Moscú, en la plaza que precisamente lleva por nombre Fidel Castro.

Gracias al apoyo de la Embajada de Cuba en Rusia, y de manera directa de nuestro embajador Julio Garmendía Peña, pude contactar a Alexey Dmitrevich Chebanenko, escultor del Estudio “Grekov” de artistas militares, quien gustosamente accedió a responder varias interrogantes.

¿Cómo surgió la idea de hacer un monumento a Fidel? ¿Qué pasos se dieron?

-La idea de crear el monumento a Fidel Castro, eminente personalidad del siglo XX, surgió hace mucho tiempo, desde el momento de la partida del Comandante, hace cerca de seis años. Poco tiempo después, las autoridades de Moscú le pusieron su nombre a una plaza enclavada en el distrito Sokol. Era de entender que pronto en la plaza debía erigirse un monumento. Pasaba el tiempo y no surgía ninguna iniciativa, mientras que en nuestras mentes comenzaba a madurar una idea que necesitaba materializarse. Hace cerca de dos años comencé a trabajar en la figura de Castro, quería crearla, esculpirla, sentirla y plasmarla.

Chebanenko a la izquierda. A la derecha el arquitecto de la obra Andrey Beliy. Foto: Cortesía del embajador de Cuba en Rusia.

En el proceso de trabajo de la figura creé un retrato de Fidel en tamaño natural, aparecieron pequeños bocetos… Junto a mi amigo, el arquitecto Andrey Beliy, trabajábamos en diferentes concepciones, buscábamos soluciones.

“A principios del año 2022 el Ministerio de Defensa de Rusia planteó la iniciativa de crear un monumento a Fidel Castro, lo que fue apoyado por la Sociedad Histórico-Militar, y organizó un concurso para la creación del monumento. Participaron destacados escultores y arquitectos de nuestro país y fueron presentados 11 proyectos. En mi caso, junto con Andrey Beliy propusimos tres variantes diferentes. La comisión artística seleccionó uno de nuestros proyectos, el de mayor expresividad, según la opinión general. Queríamos trasmitir el espíritu de libertad, la firmeza, determinación y, al mismo tiempo, el carácter dinámico de la personalidad de Fidel.

“Crear una obra escultórica de tal magnitud siempre exige mucho trabajo y responsabilidad. En la misma resultan importantes todos los detalles que deben acentuar lo esencial. La arquitectura, al igual que la escultura, también es importante para crear un monumento. Andrey Beliy debía diseñar el espacio sobre el cual se erigiría el monumento, pensar en la dimensión de la futura estructura, enmarcarla de forma adecuada y orgánica en el paisaje existente, crear una atmósfera en la que el monumento se destacara…”.

¿Cuánto tiempo duró la construcción? ¿De qué material está hecho? ¿Cuáles son sus dimensiones?

-El trabajo de creación de la escultura en barro comenzó cuando fue aprobada la concepción del monumento. ¡Ese es un proceso muy interesante y apasionante! La elaboración de un modelo en barro en el que se trabajaran todos los detalles, el retrato, la precisión del movimiento y la estructura duró cerca de tres meses. Luego comenzó el trabajo de hacer el modelo en bronce, de ensamblaje, pulido, patinado…

“En general, llevar el monumento a un material duro como el bronce nos llevó un poco más de siete meses. Un tiempo similar se requirió para el proyecto y materialización del área aledaña al monumento. Se construyó un camino, se pusieron luces. Andrey Beliy diseñó un pedestal de granito gris claro, adornado en la parte delantera con una palabra lacónica: “FIDEL”, conformada por letras de bronce pulidas. El propio monumento está hecho de bronce, cubierto de pátina, lo que crea un color claro único que nos traslada al carácter brillante y carismático de Fidel y de la cálida Cuba.

El monumento tiene una dimensión total de 365 cm tanto de altura como de largo y ancho, incluido el pedestal, lo que crea un cubo, juego de palabras que en ruso nos recuerda por su grafía y por su pronunciación a Cuba y a la dimensión geométrica”.

Chebanenko en el proceso de creación. Foto: Cortesía del embajador de Cuba en Rusia.

De tantas posibilidades que había para representar a Fidel, ¿por qué escogió esa? Leí en un medio ruso que lo representó con sus pies bien firmes sobre la tierra a propósito. ¿Es así?

-Respondiendo a su pregunta, le diré que la variante aprobada nos parecía la más profunda, completa y la que representaba la imagen de Fidel con mayor expresividad. Eso es muy importante, incluso no menos importante que captar los rasgos faciales y hacerlo parecido.

La figura de Fidel está sosteniendo en la mano un tabaco, parado con firmeza con las piernas separadas, en una pose dinámica, mirando a lo lejos con orgullo, con una chamarreta ondulante, con boina, sobre una roca con la imagen del mapa de Cuba conjuntamente con la Isla de la Juventud: de tal forma resulta que Fidel está en Cuba en el sentido directo e indirecto.

Cuando se mira el monumento desde lejos, el espectador debe comprender a quién tiene ante sí: la solución plástica debe expresar el espíritu de esa persona que está parada firmemente sobre sus dos piernas con inspiración, audacia y seguridad, mirando hacia delante. Como una roca, que no hay tsunami que pueda mover, sólo la vestimenta ondea bajo el azote del viento. Nos parecía que así era como mejor se podía representar a Fidel.

En lo personal, ¿qué valoración tiene de Fidel?

-Antes de comenzar a trabajar en la imagen de una persona, es necesario estudiarla, examinarla, encontrar diferentes rasgos, los matices más sutiles y particulares…, encontrar lo que resulta interesante y que, al mismo tiempo, lo revele de la forma más brillante. En el proceso de trabajo ya se podía decir con certeza que Fidel nos había impresionado por su carisma, su carácter y fuerza de voluntad, y por su vida. ¡Hizo mucho por su país y por el mundo entero! Es un hombre que refleja una época. ¡Hombres como él, solo nacen uno en un siglo! Él transformó la percepción de cómo puede desarrollarse la historia. Para mí, Fidel es una persona que perseguía sus sueños y movilizó a un pueblo entero en aras de esas ideas. Fue un hombre realmente libre y creaba un espacio de libertad a su alrededor. Es de los que no se doblegan y no cambian sus principios. ¡Eso resulta admirable e inspirador!

Los presidentes de Cuba y Rusia inauguraron monumento dedicado a Fidel. Foto: Alejandro Azcuy Domínguez.

-¿Qué significó para usted que el monumento se inaugurara con la presencia de los Jefes de Estado de ambos países?

-Inaugurar el monumento a tan alto nivel ha representado sin duda alguna un éxito, un honor y una gran responsabilidad, ya que el trabajo de Andrey Beliy y mío llegaría no solo al público de nuestro país, sino al del mundo entero. Estábamos muy nerviosos antes de la inauguración, nos preguntábamos cuál sería la reacción, debido a que nunca antes habíamos creado obras de alcance internacional. El hecho de que nuestro trabajo haya sido así reconocido es un acontecimiento feliz e importante en nuestra vida profesional.

Estamos muy agradecidos con el destino y con nuestros Jefes de Estado por tanta atención.

¿Ha estado alguna vez en Cuba? ¿Piensa venir?

Lamentablemente, aún no hemos visitado Cuba, pero estamos seguros de que en un futuro cercano podremos visitar la patria de Fidel Castro, disfrutar de su naturaleza y tal vez crear una obra escultórica sobre la experiencia de nuestro viaje. Hemos oído hablar mucho de Cuba y estamos ansiosos por contemplar la belleza de la Isla de la Libertad con nuestros propios ojos.

Alexey Dmitrevich Chebanenko nació en 1982. Terminó el Liceo Académico de Arte de Moscú “N.V. Tomsky” y luego se graduó del Instituto Estatal Académico de Arte de Moscú “V.I. Súrikov”, ambos adjuntos a la Academia de Artes de Rusia, en la modalidad de escultura. En 2013 pasó al Estudio “M.B. Grekov”, del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia, donde trabaja hasta hoy. Es miembro de la Unión de Artistas de Moscú, la Unión de Artistas de Rusia y la Sociedad Histórico-Militar de Rusia.

Andrey Vitalievich Beliy nació en 1976. Se graduó del Instituto de Arquitectura de Moscú. Es miembro de la Unión de Arquitectos de Rusia y de la Sociedad Histórico-Militar de Rusia. Ha trabajado mucho y con éxito en el campo de la arquitectura paisajística y urbana. Fundó además el Estudio de Arquitectura Andrey Beliy en Moscú.

Ambos artistas han trabajado juntos en la creación de muchas obras que decoran no sólo Moscú, sino otras ciudades rusas. Tras la inauguración del monumento al Comandante en Jefe se sumaron a la membresía de la Sociedad Rusa de Amistad con Cuba.

(CubaDebate)

Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *