Florida, oct.- Cuba prioriza, como una responsabilidad ineludible del Partido Comunista, el Estado y el Gobierno, la defensa y la implementación para su pueblo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para alcanzarlos antes del 2030.
Hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento; producción y consumo responsables; reducción de las desigualdades; trabajo decente y crecimiento económico; energía asequible y no contaminante; defensa del clima; paz, justicia e instituciones sólidas y alianzas para lograr los objetivos, se incluyen entre los propósitos evaluados por la ONU para proteger a los millones de seres humanos que habitan la tierra y la supervivencia del planeta.
Sin duda alguna el camino cubano rumbo a la plenitud de tales propósitos pudiera ser más corto si no existieran frenos tremendos como el cerco imperialista de Estados Unidos, que impide, por ejemplo, la adquisición de recursos para mejorar la disponibilidad y empleo de fuentes de energías renovables a precios accesibles, o la compra de alimentos, maquinarias e insumos agrícolas en esa nación vecina, lo cual mejoraría notablemente la producción agropecuaria y la oferta de estos productos a la población.
Pese a tal realidad, nuestra nación, pequeña por su geografía, pobre y subdesarrollada, exhibe logros gigantescos en objetivos cardinales como salud y bienestar para todos, con un sistema de atención médica gratuita, igualitaria y de calidad que va desde la prevención comunitaria hasta el empleo de las más altas tecnologías, medios y vacunas cuando se trata de salvar una vida.
Destacamos en otros como el acceso al empleo, la asistencia a los más vulnerables y en la educación implementada aquí hace 63 años de forma inclusiva y gratuita, desde el preescolar hasta el nivel universitario, un derecho que millones ven disminuido o anulado, incluso, en países demasiado ricos.
Sin embargo, falta todavía mejorar los resultados actuales en temas relaciona dos con el saneamiento, sobre todo en las ciudades donde se alargan demasiado los ciclos de recogida de desechos sólidos y abundan las inundaciones por mal drenaje; también es necesario reforzar la solidez de las instituciones para que cumplan sus roles de manera más efectiva, además de activar las alianzas, como polea necesaria en el cumplimiento de los objetivos del desarrollo sustentable.