Luanda, 8 oct.- Angoleños y cubanos rindieron hoy homenaje póstumo a un hijo excepcional de los dos países: el general Rafael Moracen, cuya valentía en suelo natal y tierras africanas nutrió la leyenda del hombre «quita fusil».
En el cuartel general del Ejército, en Luanda, transcurrieron las honras fúnebres con la participación de altos oficiales de las Fuerzas Armadas Angolanas (FAA), la Policía Nacional, diputados, representantes del Gobierno, miembros de la embajada de la isla y otros integrantes del cuerpo diplomático acreditado en este país.
Al término de las exequias, el féretro fue conducido hasta el Museo Nacional de Historia Militar, en la capitalina fortaleza de São Miguel, donde también rindieron honores al legendario combatiente.
El general de brigada (R) falleció en marzo de 2022, en La Habana, y parte de sus cenizas fueron trasladadas en fecha reciente a Luanda, como respuesta a una petición de las autoridades angoleñas.
Conocido aquí como “Humberto, quita fusil”, Moracen fue uno de los hombres de la guerrilla internacionalista de Ernesto Che Guevara por África y sus nexos con los combatientes de la patria de António Agostinho Neto comenzaron en 1965, cuando sirvió de instructor militar durante la lucha por la liberación nacional.
Por la meritoria trayectoria, recibió años más tarde el estatus de ciudadano nacional y en 2015 fue ascendido al grado de teniente general de las FAA.
El secretario de Estado Domingos André Tchikanha, en nombre del Ministerio de Defensa Nacional, Antiguos Combatientes y Veteranos de la Patria, encabezó este viernes las horas fúnebres y el acto en el museo.
Reconocido con el título honorífico de Héroe de la República de Cuba, Moracen también ganó un sitio privilegiado en el corazón de los angoleños, recordaron hoy en ambas ceremonias, en las que enaltecieron su humildad, sencillez, arrojo en el combate, cualidades de mando, conocimientos en el arte de la guerra y su posterior desempeño aquí como agregado militar, naval y aéreo de la nación caribeña.
(RCA)
