Florida, 17 sep.- El nuevo Código de las familias cubanas no quita derechos a los padres, como algunos difunden sobre la base de la envejecida teoría de la patria potestad; los pierden quienes incumplen sus deberes y no honran su responsabilidad parental.
En esta normativa jurídica el Estado cubano reconoce en las familias a la célula fundamental de la sociedad, y se establece que sus distintas formas de organización están basadas en las relaciones de afecto y se crean entre parientes, cualquiera que sea la naturaleza del parentesco.
El periodista Yunier Soler Castellanos propone una historia que ejemplifica lo planteado anteriormente.