Una veintena de ciegos recuperan la vista gracias a corneas creadas en laboratorio

La Habana, 22 ago.- Cuando popularmente se habla de “milagros” los dos ejemplos más citados suelen consistir en hacer andar a los inválidos y devolver la vista a los ciegos. La investigación y los descubrimientos realizados en las últimas décadas están convirtiendo estos milagros bíblicos en logros al alcance de la ciencia. El más reciente de estos prodigios médicos lo podemos encontrar en un estudio, publicado hace tan solo unos días en la revista Nature Biotechnology, en el que se presenta un prototipo de córnea artificial que ha logrado restaurar la visión a 20 personas con córneas enfermas, la mayoría de las cuales estaban ciegas antes de recibir el implante.

El trabajo ha sido realizado por investigadores de la Universidad sueca de Linköping en colaboración con la empresa LinkoCare, especialistas en biotecnología dirigida a la recuperación de visión y consiste en un implante hecho de proteína de colágeno de piel de cerdo, que se asemeja a la córnea humana. Es un avance importante si tenemos en cuenta que casi 13 millones de personas en todo el mundo están ciegas debido a que sus córneas (la capa transparente más externa del ojo) están dañadas. Hoy en día, la única manera de recuperar la visión en estos casos es recibir una córnea trasplantada de algún donante humano… pero solo uno de cada 70 pacientes consigue uno de estos trasplantes. Para empeorar aún más la situación, la mayoría de las personas que necesitan un trasplante de córnea se encuentra en países de ingresos bajos o medios en donde el acceso a este tratamiento es muy limitado.

“Los resultados muestran que es posible desarrollar un biomaterial que cumpla con todos los criterios para ser utilizado como implantes humanos, que se puede producir en masa y almacenar hasta dos años para llegar así llegar a más personas con problemas de visión”, explica en Neil Lagali, uno de los responsables principales del proyecto. “Hemos realizado importantes esfuerzos para garantizar que nuestro desarrollo esté ampliamente disponible y sea asequible para todos y no solo para los más ricos”.

Foto: Linköping University.

En este afán por llegar a todo el mundo y todas partes, los investigadores han desarrollado un nuevo método sencillo, accesible y muy poco invasivo para tratar la enfermedad del queratonocono, una afección en la que la córnea se vuelve tan delgada que puede provocar ceguera. El procedimiento actual consiste en la extracción quirúrgica de la córnea dañada y se reemplaza por una córnea donada y finalmente se cierra con suturas quirúrgicas. Con el nuevo método bastaría con una pequeña incisión a través de la cual se inserta el implante en la córnea existente. Esta incisión se puede hacer con un láser (como se observa en la foto) pero también, si no se dispone de esta tecnología, se pude realizar manualmente con instrumentos quirúrgicos simples.

Las fases con modelos animales (se utilizaron cerdos) demostraron que el nuevo procedimiento ofrecía grandes ventajas ya que es más simple y potencialmente más seguro que un trasplante de córnea convencional. El siguiente paso fue trasladar el estudio a la India e Irán, dos países en los que muchas personas sufren ceguera corneal y baja visión, y donde además existe una falta significativa de donaciones de córnea y muy pocas opciones de tratamiento.

En el estudio piloto se seleccionaron 20 personas ciegas o a punto de perder la vista debido a un queratocono avanzado a las que se sometió al procedimiento de implante de biomaterial. Todas las operaciones se realizaron por cirujanos locales, estuvieron libres de complicaciones: el tejido sanó rápido y, tras la operación, un tratamiento de ocho semanas con colirio inmunosupresor fue suficiente para evitar el rechazo del implante.

Los resultados tan solo se pueden calificar como espectaculares. Antes de la operación, 14 de los 20 participantes estaban ciegos… han pasado dos años desde la intervención y todos han recuperado la vista. El resto de los participantes ha mejorado significativamente su visión e incluso, tres de los pacientes más afectados, ahora poseen una visión perfecta (20/20) después de la operación.

Tras la publicación en Nature Biotechnology, el siguiente movimiento parece claro: los investigadores suecos aconsejan un estudio clínico más amplio y si los resultados siguen siendo tan positivos buscarán la aprobación del mercado por parte de las agencias reguladoras. Además, otro de los puntos destacables es el interés en estudiar si esta tecnología se puede usar para tratar más enfermedades oculares y si el implante se puede mejorar y adaptar a cada paciente para alcanzar una eficacia aún mayor.

(CubaDebate)

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