La Habana, 20 ago.- El asteroide Chicxulub que impactó en México provocando la extinción de los dinosaurios durante el Cretácico-Paleógeno podría no haber llegado solo hasta la Tierra. Su colisión con nuestro planeta hace en torno a 66 millones de años desencadenó una serie de eventos catastróficos que sumieron a la Tierra en una fase de congelamiento, precedida de enormes tsunamis y terremotos, que hizo desaparecer a los dinosaurios de la faz de la Tierra.
Sus dimensiones fueron inabarcables y sus efectos devastadores: con un diámetro de 12 kilómetros, provocó una depresión cercana a los 200 kilómetros de ancho en la península de Yucatán. Pero el asteroide pudo haber llegado acompañado, tal y como indica un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances. Tras investigar los fondos marinos de la costa guineana, los investigadores dieron con un cráter situado 300 metros bajo una capa de sedimentos que descansa a 900 metros de profundidad al que llamaron Nadir.
Este cráter de cerca de 8,5 kilómetros de diámetro pudo haberse originado tras el impacto de otro asteroide que compartió espacio y tiempo con el de Chicxulub y, según los estudios preliminares realizados, tuvo un diámetro de 400 metros a la hora de impactar contra la Tierra.
Como suele suceder en otros casos, el impacto de un meteorito contra un cuerpo celeste suele llegar acompañado, y precisamente esa es la teoría que defiende el equipo de científicos en su estudio, teorizando sobre la posibilidad de que Nadir y Chicxulub fueran parte de la misma roca que se dirigió hacia la Tierra hace 66 millones de años.
El cráter de Nadir tiene cerca de 8,5 kilómetros de diámetro y pudo haberse originado tras el impacto de otro asteroide que compartió espacio y tiempo con el de Chicxulub.
El impacto de los asteroides fue el colofón a la última gran extinción masiva en la Tierra, acabando así con un 70% de todas las especies del planeta. Aunque es improbable que Nadir contribuyera de manera decisiva a la extinción de los dinosaurios debido a su menor tamaño que Chicxulub, su colisión pudo haber provocado cambios notables en el clima terrestre, además de terremotos y olas de tsunami que habrían devastado las costas colindantes al impacto, localizado a unos 400 kilómetros de la costa de Guinea, en el extremo occidental del continente africano.
A pesar de que los datos del estudio sugieren que ambos meteoritos impactaron en la Tierra durante la misma época, hace 66 millones de años, los investigadores recalcan la necesidad de perforar el cráter submarino de Nadir para tratar de conocer mejor su edad, procedencia y efectos para así trazar una correlación directa con el cráter de Chicxulub.
(CubaDebate)