Washington, 19 ago.- El presidente estadounidense, Joe Biden, mantiene hoy el suspenso sobre la pausa de los pagos de préstamos estudiantiles, en medio de la presión para extender la moratoria al menos hasta las elecciones de medio término, en noviembre.
El 31 de agosto vence el plazo de la última prórroga otorgada a los prestatarios desde que comenzó la pandemia de Covid-19 y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que el mandatario tomaría una decisión a fines de mes.
El retraso en el anuncio y la proximidad de los comicios de mitad de período generan dudas sobre si la noticia incluirá más una extensión de la pausa de pago o condonará una cierta cantidad de dicha deuda.
En una economía en la que millones de personas luchan contra la inflación y el aumento de los precios, es frustrante que el presidente Biden aún no dé una respuesta clara, dijo Carlos Moreno, de la organización American Civil Liberties Union, citado por el diario The Hill.
El congelamiento se ha extendido seis veces desde marzo de 2020, durante la administración del expresidente Donald Trump (2017-2021).
El actual gobernante siente la presión de cientos de legisladores de su propio partido demócrata, quienes en una reciente carta le pidieron suspender o postergar nuevamente los pagos.
Durante su campaña electoral, Biden abogó por perdonar al menos 10 mil dólares en préstamos estudiantiles federales por persona, pero hasta el momento esa promesa se mantiene sin cumplir.
No obstante, en sus 18 meses en el poder autorizó más de 32 mil millones de dólares para aliviar las cuotas de cientos de miles de prestatarios, informó la cadena CNN.
El Departamento de Educación anunció el pasado martes que destinará tres mil 900 millones de dólares para aliviar los préstamos de 208 mil alumnos del ahora desaparecido Instituto Técnico ITT, de gestión privada.
Observadores coinciden en que prorrogar los pagos contribuiría a girar un poco la opinión pública a favor del ocupante de la Casa Blanca y su partido, en medio de la creciente inflación que afecta al país.
Permitir la reanudación de los pagos, argumentan algunos demócratas, podría suponer un coste político para el partido que se identifica con el color azul en el intento de defender sus escasas mayorías en la Cámara y el Senado.
(PL)
