Autor: Ventura de Jesús | ventura@granma.cu
Autor: Mailenys Oliva Ferrales | internet@granma.cu
MATANZAS.–A unos 500 metros de la batería de tanques el suelo está achicharrado, lo siente uno al caminar. El estado en que quedaron decenas de edificaciones es deprimente.
Todo tiene un color negruzco, y los sedimentos del petróleo derramado, mezclado con tierra y chatarras, están esparcidos por la zona; es posible ver trazos de mangueras, tubos averiados, estructuras metálicas retorcidas y arbustos carbonizados.
Es inevitable dirigir la mirada hacia la posición del tanque impactado por el rayo, y pensar en los letales instantes de aquella primera explosión alrededor de las cinco de la mañana del sábado.
Por fortuna, el incendio dejó de ser ya un sobresalto para los matanceros y toda Cuba. Ya no volveremos a ver esa nube con forma de hongo que se levantó sobre la ciudad de Matanzas y otras regiones cercanas del occidente del país.
Más que en los efectos del siniestro, la gente piensa en la osadía de los bomberos, quienes se jugaron la vida en gesto heroico.
Mientras, llegan unos camiones cargados con materiales rocosos para iniciar, en cuanto sea posible, la fase de recuperación. Es la esperanza tras la tragedia.
El primero en la fila
Era su día de descanso, pero el joven oficial del Cuerpo de Bomberos de Cuba, Elier Manuel Correa Aguilar, decidió alistarse e ir junto a sus compañeros a combatir el fuego.
Desde entonces a Cuba le creció otro héroe, un guerrero de 24 años, quien falleció tras varios días reportado en estado crítico, debido a las quemaduras recibidas en el incendio en la Base de Supertanqueros, de la urbe matancera.
Este jueves, en la Plaza de la Patria de Bayamo –su ciudad natal–, un pueblo consternado, orgulloso y respetuoso, se unió al dolor de familiares, amigos y compañeros de labor de Elier, para darle el último adiós al bisoño combatiente del Ministerio del Interior (Minint), quien le había asegurado por teléfono a su madre Mirna: «Mami, yo soy el primero en la fila, no tengo miedo».
Ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz y del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidieron el homenaje póstumo al joven bombero, en cuya corta trayectoria destacaron varias responsabilidades como oficial de guardia en el órgano central, y jefe de carro de bombero profesional en el Comando Aeropuerto de Matanzas.
Como un héroe de la hazaña de Matanzas calificó Díaz-Canel a Elier Manuel en su cuenta en Twitter, en la cual resaltó: «Gracias a la proeza de hombres como él se controló el incendio. Mis condolencias a sus seres queridos».
Tomado de Cubadebate