Octubre, 2024.- El 8 de octubre de 1871 el Mayor General Ignacio Agramonte dirige el rescate del Brigadier Julio Sanguily, proeza militar considerada una de las acciones más audaces y brillantes de la Guerra de los Diez Años.
Acampado con unos 70 hombres de su caballería en el potrero de Consuegra, al sur de la ciudad de Puerto Príncipe, hoy Camagüey, Agramonte es informado de que el brigadier se encontraba detenido por una tropa española y sin averiguar cuántos eran los enemigos, sino en qué lugar estaban, ensilló su caballo nombrado Mambí y se dirigió a sus 70 soldados “Al brigadier Sanguily lo han hecho prisionero los españoles. Todo el que esté dispuesto a rescatarlo o morir, que dé un paso al frente”.
Cuenta la Historia que Agramonte y sus 35 soldados entraron por el frente de la columna española y salieron por el otro extremo llevándose a Sanguily y dejando en el campo a una diezmada y desmoralizada tropa superior en armas y hombres y a la que le hicieron 11 bajas mortales y arrebataron caballos, monturas, proyectiles, revólveres y sables, en franca demostración de capacidad combativa, coraje y valentía.
Al valorar el resultado de la acción, el Mayor General Ignacio Agramonte aseguró “Mis soldados no pelearon como hombres: ¡Lucharon como fieras!”; años después el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz destacó la significación histórica del rescate del brigadier Sanguily al afirmar que “esta fue sin dudas una de las más grandes proezas que se escribieron en nuestras luchas por la independencia, y ha pasado a ser un hecho de arma proverbial, que en aquel entonces despertó incluso la admiración de las fuerzas españolas”.