Agosto, 2024.- El 10 de agosto de 1983 culmina la Batalla de Cangamba, localidad ubicada en la provincia de Moxico al este del territorio angolano, donde participaron angolanos combatientes de la Brigada 32 de Infantería Ligera (BIL) de las Fuerzas Populares de Liberación de Angola (Fapla) y oficiales cubanos que los ayudaban a defender sus posiciones, que se enfrentaron a efectivos de la Unión para la Independencia Total de Angola (UNITA).
Desde ocho días antes habían sido cercadas y atacadas las posiciones defendidas por internacionalistas cubanos y de las Fuerzas Populares de Liberación de Angola (FPLA), y la épica resistencia de los combatientes, con el apoyo de la aviación de combate y las Fuerzas de Destino Especial desembarcadas en la retaguardia enemiga impidieron que el enemigo lograra sus objetivos.
El objetivo estratégico de la UNITA era aislar a la demarcación, impedir la llegada de refuerzos, para posteriormente apoderarse de Luena, ciudad que pretendían proclamar la capital de una llamada República Negra escindida de Angola, en busca de reconocimiento internacional.
En el fragor de los combates, 7 de agosto de 1983, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que siguió minuto a minuto el desarrollo de los acontecimientos, escribió y envió a los soldados y oficiales que combatían en Cangamba un mensaje en el que orientaba: “Desde sus posiciones, bien atrincherados, con serenidad, confianza en sí mismos y total determinación, deben rechazar los ataques enemigos, resistir a pie firme el fuego artillero y aniquilar a los que intenten apoderarse de la posición”.
Y además el líder histórico de la Revolución cubana los exhortaba ¡Que Cangamba se convierta en cementerio de los mercenarios que sirven a los odiosos intereses de los racistas sudafricanos! ¡Que Cangamba sea ejemplo de que la sangre de angolanos y cubanos derramada por la libertad y dignidad de África no ha sido en vano!
La Batalla de Cangamba es considerada un hito militar, fue una prueba de resistencia para sus protagonistas, con muchas aristas trágicas, más allá de la zona de combates que dejó un saldo de 18 cubanos y 27 resultaron heridos, cuya sangre abonó el camino a la independencia verdadera del pueblo angolano.
En Cangamba se escribió una nueva página heroica del internacionalismo con que Cuba otra vez comenzaba a saldar su deuda de gratitud con África.