Ámsterdam, 1 ago.- No es la primera vez que los molinos son inspiración para la plástica o la literatura, universalmente conocidos son los del Quijote quien vio a gigantes en estos artefactos y hoy una artista neerlandesa los pinta rozando el fanatismo.
Peet Wessels era reconocida por pintar molinos de viento, pero decidió ir más allá y se convirtió en una molinera, con más de 100 imágenes alusivas exhibidas en su casa.
No soy una fanática, bromeó Wessels, según publicó el sitio Radio Metrópolis.
Declaró que no lo llamaría obsesión, pero con ese impulso productivo está clara su gran admiración, pues las paredes de su hogar prácticamente giran como si estas grandes máquinas trituraran bagazo hasta convertirlo en coloridas telas, señaló la página digital.
Ahora Wessels se entrena para convertirse en una molinera real, una operaria de un molino de viento y se une, además, a un número creciente de mujeres en lo que antes se veía como un mundo de hombres.
Ingeniera química de profesión, Wessels indicó que siempre estuvo interesada en los molinos de viento y cómo funcionaban; un día pasaba en bicicleta junto a uno de ellos cuando se le ocurrió una idea.
Le dije al operario que quería hacer algo con molinos y pintarlos, narró, y fue así cuando me mostró la lona de tela usada en las gigantes alas y así nació la inspiración.
Su formación en ingeniería química le resultó útil, ayudándola a encontrar la manera correcta de tratar la tela para mostrar tanto la pintura, como el proceso de envejecimiento natural de las telas.
El tejido y la pintura tenían que trabajar juntos, expresó. Dos de sus cuadros favoritos ahora cuelgan en su cocina: una obra llamada «Cielos Holandeses» y la otra «Paisaje Holandés».
Ambos fueron pintados en la lona del molino Overwaard 7 de 1740 en Kinderdijk, declarado sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco por sus 19 icónicos molinos.
Wessels pintó casi todos los molinos de viento famosos de los Países Bajos, incluido uno llamado De Kat, al norte de esta capital, el último que uttiliza la energía eólica para fabricar pigmento de pintura, destacó el sitio.
Casi todos los molineros me conocen y me ayudan con las lonas para seguir creando mis pinturas, pero ahora con un nuevo incentivo: mantener los molinos, conocerlos y echarlos a andar, eso me inspira, concluyó la artista.
Tomado de Prensa Latina