Florida, 29 mar.- Hace 72 años que nació en Puerto Padre, Las Tunas, el boxeador cubano Teófilo Stevenson Lawrence, el hombre que vinculó maestría atlética, infinita modestia y fidelidad absoluta a la Revolución, al Comandante en Jefe Fidel Castro y a su pueblo.
Querido por varias generaciones de compatriotas que aplaudieron sus triunfos y admiraron la sencillez con que jamás les traicionó, Stevenson legó, más allá de la gloria conquistada sobre los cuadriláteros, el ejemplo que generan quienes nunca dan la espalda a sus raíces.
Su palmarés como competidor quedó realzado por las fajas olímpicas conquistadas en Múnich 72, Montreal 76 y Moscú 80 y coronaciones mundiales en La Habana 74, Belgrado 78 y Reno 86.
Integrante del único trío de pugilistas tres veces monarcas olímpicos, merecedor de las copas Val Barker de 1972 y Russell 1986, destinadas a los mejores competidores en citas de ese tipo y Campeonatos Mundiales, Teófilo reinó también en otros muchos escenarios como Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe y otros eventos mundiales.
Reconocido por su demoledora pegada, fue igualmente técnico, rápido, para su categoría, y caballeroso con sus oponentes, no pocos de los cuales, incluidos varios foráneos, fueron sus amigos.
El patriotismo de Teófilo Stevenson quedó demostrado, cuando dejó boquiabiertos a los mercaderes que trataron de comprarlo con cifras millonarias a los que en más de una ocasión expresó “No cambiaría un pedazo de la tierra de Cuba por todo el dinero que podrían darme”.