Washington, 28 feb.- Aunque Joe Biden y su antecesor, Donald Trump, ganaron holgadamente las elecciones primarias en Michigan, hay que sumar hoy a otro triunfador: los “no comprometidos”, importante alerta para los demócratas en Estados Unidos.
Los resultados de las contiendas en ese estado péndulo, celebradas la víspera, no sorprendieron, pues todos los analistas y encuestas daban la victoria tanto al presidente en ejercicio como a Trump.
El demócrata no tenía en el congresista por Minnesota Dean Phillips una oposición seria y el republicano le llevaba en los sondeos más de 30 puntos a su única rival en la pelea, Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, a quien había vencido también por amplio margen el pasado 24 de febrero en el propio estado de ella.
Pero, sin dudas, son un llamado de atención esos más de 20 mil votos escindidos del bloque demócrata que fueron a parar a la opción “no comprometidos” en protesta por la guerra en Gaza y el respaldo de Biden a Israel.
En Michigan reside la mayor comunidad árabe estadounidense del país y desde allí ya se había alertado que el descontento por Gaza restaría apoyo al actual comandante en jefe.
Los más de 20 mil votos (alrededor de 15 por ciento) que se le fueron a Biden en ese estado, superaron los 10 mil estimados por la campaña del demócrata.
Quienes marcaron la casilla «no comprometidos» se sumaron a una campaña respaldada por la congresista demócrata Rashida Tlaib, miembro de la Cámara de Representantes por Michigan, que instó a los electores a enviar un mensaje al presidente por la situación en Gaza.
Tlaib, única palestina-estadounidense en el Congreso, expresó en un video compartido por el grupo ‘Listen to Michigan’: «no queremos un país que apoye guerras, bombas y destrucción. Queremos apoyar la vida».
En cuanto a Trump, sigue -hasta ahora- imparable en los primeros cinco estados del calendario de primarias republicanas.
Su triunfo en Michigan solo viene a confirmar los pronósticos de que sobre sus hombros recaerá la nominación de su partido si un milagro no ocurre de aquí a la Convención Nacional Republicana en julio en Milwaukee, Wisconsin.
La campaña de Trump quiere acabar de asegurar en marzo los mil 215 delegados necesarios para tener en sus manos la nominación y para ello apuesta ahora al Supermartes (o Súper Martes) del 5 de marzo, cuando 12 estados realicen primarias.
Haley hizo lo mismo, apostó también a ese día, en espera de que el panorama cambie a su favor.
Sin embargo, un importante grupo de donantes, Americans for Prosperity Action (AFP Action), el ala política de la red conservadora encabezada por el multimillonario Charles Koch, anunció que detuvo el gasto en la campaña presidencial de Haley tras la victoria de Trump en Carolina del Sur.
«Dados los desafíos en los estados primarios que se avecinan, no creemos que ningún grupo externo pueda marcar una diferencia material para ampliar su camino (el de Haley) hacia la victoria», subrayó AFP Action.
El equipo de la también exembajadora en la ONU dijo en un comunicado que los resultados de Michigan sacaron a la luz que «Joe Biden está perdiendo hoy alrededor del 20 por ciento del voto demócrata y muchos dicen que es una señal de su debilidad en noviembre».
Pero que, además, «Donald Trump está perdiendo alrededor del 35 por ciento de los votos. Esa es una señal de advertencia para Trump en noviembre”, subrayó la declaración de la portavoz nacional de la campaña, Olivia Pérez-Cubas.
De cualquier manera, la fórmula que más se parece a lo que podría ocurrir el 5 de noviembre es que sean Biden y Trump los candidatos, una repetición del 2020, pese a que hay encuestas que hablan de insatisfacciones de los votantes, del rechazo hacia ambos y que quieren nuevos nombres en la boleta electoral.
Tomado de Prensa Latina