Ciudad de Guatemala, 13 feb.- Un emotivo homenaje de niños, padres y maestros de una escuela de esta capital suma hoy otra distinción a la labor ininterrumpida y desinteresada de la brigada médica de Cuba en Guatemala.
En la colorida actividad preparada por el Colegio Mixto Grismont, su directora general, Dina Jiménez, al dar la bienvenida al centro a una representación de los profesionales de bata blanca de la mayor isla del Caribe, calificó de grande la misión de ayudar al que lo necesita.
Consideró que el personal de la salud antillano en estos 25 años de presencia en los lugares más recónditos del país ha hecho y hace milagros, con cada acción, palabra y gesto de motivación para sus pacientes.
El representante diplomático de la isla caribeña en este territorio centroamericano, Nazario Fernández, expresó ante el grupo que los médicos son los verdaderos embajadores cubanos en Guatemala, “ellos hablan todos los días con su trabajo”, subrayó.
Agradeció sinceramente el homenaje, a la directora general, a los supervisores, a los maestros, padres y alumnos, que representan el amor de este pueblo, al que nos une la historia, comentó Fernández.
Confesó que tras escuchar el himno de Guatemala le vino a la mente el autor de sus letras, José Joaquín Palma, patriota y poeta cubano, así como José Martí, quien dedicó su vida no solo a la independencia de su nación, sino a la de América Latina.
Recordó que este último en su corta existencia vivió más de un año en Guatemala (desde marzo de 1877 hasta finales de julio de 1878), fue maestro y se dedicó precisamente a enseñar.
Los educadores aquí no solo imparten conocimientos, sino valores, reflexionó el embajador.
Siempre vamos a estar agradecidos del amor que ustedes reflejan cada día ante la labor de los médicos cubanos, remarcó, y enfatizó que su Estado no da lo que le sobra, comparte lo que tiene.
Entregó para la biblioteca del centro un ejemplar del libro la Edad de Oro, dedicado por Martí a los niños, a quienes llamó los que saben querer, la esperanza del mundo.
Los estudiantes regalaron bailes al ritmo de música cubana, chapina, cantaron y declamaron desde el alma, entre otros, poemas como “La niña de Guatemala”.
La coordinadora de la brigada médica de Cuba en Guatemala, Mariheta Cutiño, manifestó su emoción y destacó que los niños tocaron el corazón de los adultos.
Qué lindo que trabajen desde la infancia los sentimientos y fomenten el agradecimiento, aseveró la doctora, quien describió el encuentro de hermoso.
Cutiño ratificó el compromiso de la brigada médica de Cuba a continuar contribuyendo con la salud del pueblo guatemalteco.
Presente en la actividad el supervisor del Ministerio de Educación del área sur del municipio Villa Nueva, Licenciado Héctor Escum, además de parte del colectivo de maestros del Colegio Mixto Grismont, fundado el 17 de agosto de 2017.
Tomado de Prensa Latina