San Salvador, 14 dic.- Seguridad y economía se dan las manos hoy en El Salvador pese a que algunos críticos ponen en duda la interrelación que existe entre ambos aspectos de la política.
- Por: Luis Beatón
Entre los que piensan así o al menos es lo que expresa, está Carlos Acevedo, economista y expresidente del Banco Centra de la Reserva (BCR) en gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, quien elogió el entorno de negocios que se crea en el país lo que, en su opinión, fue favorecido por el “correcto el enfoque de desmantelar las pandillas”.
Acevedo no resta méritos al gobierno del presidente Nayib Bukele, hoy enfrascado en conseguir una continuidad en el gobierno en las elecciones del 4 de febrero de 2024. Es incuestionable, explicó, que el mandatario logró gestionar con éxito las responsabilidades que tiene el Estado con acreedores de bonos.
El Salvador, aseveró, viene acumulando desequilibrios fiscales por décadas, se acumuló una deuda pública y eso lo heredó esta administración y se tiene que pagar, algo que, según comentaristas, ocurre en todos los países del mundo, incluso en economías fuertes como la de Estados Unidos
Ahora, según entendidos, el reto es mantener un ambiente de seguridad que apoye el avance económico pues, hasta ahora, los éxitos no son notorios y sí algunas críticas por el alza, por ejemplo, de la pobreza que amenaza a cerca de un millón 800 personas, según organismos internacionales como la FAO y el PMA, ambas agencias de la ONU.
Las actuales autoridades están obligadas a trabajar para frenar el retroceso que tendrá la economía que se acercará más a las tasas de crecimientos previas a la pandemia, con un dos por ciento, según Citi Research.
Las proyecciones macroeconómicas de Citi Research para Centroamérica y el Caribe para 2023, sitúan el crecimiento en un 2.3 por ciento para la economía salvadoreña.
Ernesto Revilla, economista en jefe para Latinoamérica de Citi, estimó que la región en su conjunto se mantendrá estable en 2023, 2024 y 2025 en 1.9 por ciento de crecimiento y habrá una desaceleración en 2024 entre los que más crecieron y los que menos crezcan este año, como El Salvador, se van a acelerar el próximo.
En un gobierno que se considera excesivamente gastador, algunos economistas estiman que se producirá en algún momento hacer una reforma tributaria que incremente los impuestos o recorte gastos de alguna manera, lo que pudiera apretar más la cuerda al cuello de los salvadoreños.
Sin embargo, son muchos los que piensan que si se mantienen los bajos índices de homicidios, los negocios disfrutarán de un mejor ambiente. Si van de la mano, el país pudiera mejorar las inversiones externas, algo que no alcanzó los niveles esperados por el gobierno en 2023.
En este escenario donde seguridad y economía se dan las manos, algunos entendidos valoran que el consumo seguirá siendo el principal motor de crecimiento en la mayor parte de las economías en 2024, la inflación seguirá bajando, al igual que las tasas de interés o empezaran a hacerlo si no lo hicieron como ocurre en El Salvador.
Por otro lado, es alentador que economistas como Acevedo estimen que El Salvador honrará sus deudas en un escenario donde el riesgo país que llegó a más de 35 por ciento ahora está en seis por ciento, lo que debe atraer inversiones.
Tomado de Prensa Latina