Florida, 22 nov.- Desde el 8 de noviembre hasta el 3 de diciembre se desarrolla en Cuba la principal etapa de la Jornada Nacional por el Día del Trabajador de la Salud, un espacio que debe aprovecharse mucho más con el propósito de incrementar el reconocimiento a los promotores y defensores de la calidad de vida del pueblo.
En paralelo con las actividades oficiales previstas en Florida para destacar el quehacer del ejercito de batas blancas, también debieran multiplicarse mucho más por estos días, en cuadras, barrios e instituciones sociales de la comunidad las muestras de gratitud para cada uno de los afiliados a ese importante sector.
El aplauso oportuno al desempeño del médico y la enfermera de la familia; la estimulación moral, y por qué no hasta material para el cirujano o pediatra, junto a la participación activa de la escuela y del resto de las agrupaciones sociales en el tributo a los padres y abuelos vinculados con la esfera de la Salud Pública, son muestras de cuanto más se puede hacer durante la actual jornada.
Resaltar y premiar el esfuerzo de los hombres y mujeres que día tras día y sin descanso laboran en la asistencia médica o la prevención de enfermedades resulta inaplazable ante los retos impuestos por la compleja situación socioeconómica del país y del mundo actual.
En ese contexto, los profesionales de este ámbito son insustituibles, y las garantías de atención de salud para todo el pueblo cubano, más que una conquista sagrada de la Revolución cubana, se convierte en fuerza estratégica de enfrentamiento al enemigo imperialista y manantial de tranquilidad, esperanza, seguridad y felicidad espiritual para la gente.
¡A la Jornada por el Día del trabajador de la Salud pública en Florida hay que ponerle mucho más, «con todos y para el bien de todos!