Desafiar imposibles

Desafiar imposibles

Lo cruel de pelear por la vida es el riesgo de muerte. Yoandra lo sabía de sobra. Fue precisamente su amor por la vida el que la llevó hasta el derrumbe parcial de un edificio en la Habana Vieja. En Lamparilla habrá eternamente luz para su alma.

Un segundo desplome de la edificación, mientras laboraba en el lugar, la sepultó bajo los escombros, pero no pudo enterrar el cariño y el respeto de sus compañeros y de quienes, tristemente solo hoy, la conocemos mejor.

Era la única mujer en el país graduada de Rescate y Salvamento, la única ascendida a Primer técnico de rescate. Supongo que tenía un corazón demasiado grande para quedarse en casa mientras hubiera alguien en peligro.

A los 16 se enroló como bombera voluntaria. Incluso sentía pasión por escalar y bucear, dos técnicas de mucho riesgo. Nadie crea que lo suyo era temeridad; ella misma impartía clases de técnicas de rescate y salvamento en la Escuela Nacional de Bomberos, para enseñar a cuidarse a quienes debían arriesgar la vida una y otra vez.

Sin embargo, un bombero es alguien que desafía imposibles… y no siempre se gana. ¡Honor a su valentía! Yoandra Suárez López, la hija de una tierra de valientes como Artemisa, había cumplido 40 años… y ahora se ganó la eternidad.

Tomado de Cubadebate

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