Florida, 1ro oct.- “En cada escuela un taller agrícola, a la lluvia y al sol, dónde cada estudiante siembre su árbol; junto a cada cuna de cubano, un cantero y una azada”.
Así lo pidió José Martí para los pueblos que viven de la agricultura y o respaldaron los maestros y pioneros del colectivo de la Escuela Primaria Conrado Benítez García, en la comunidad periurbana Las Margaritas, de conjunto con las autoridades del municipio Florida, durante el reconocimiento público al niño de quinto grado Raymond Clement Pol quien, junto a su abuelo en el tiempo libre del fin de semana, participó de forma voluntaria en tareas productivas de recuperación cañera en la Unidad Básica de producción Cooperativa El Vaquerito.
Con brillo en su mirada de ojos claros, Raymond comentó su determinación de acompañar el sábado a su abuelo Pastor Camilo Díaz Rojas, movilizado en la Guerrilla Productiva Con nuestros propios esfuerzos en labores de corte y siembra de caña, misión en la cual asombró a todos por su destreza y productividad con solo diez años de edad.
Raymont Clement Pol envío un mensaje al resto de los floridanos en el cual, con frases infantiles y hasta jocosas, los convocó a sembrar patios y aprovechar las tierras para garantizar los alimentos que, según él, “nos salvan la vida y salvan al país”.
Aun cuando Cuba no promueve ni permite el trabajo infantil, la formación vocacional y laboral incluye el acercamiento sistemático de las nuevas generaciones a la práctica de actividades fundamentales para satisfacer las necesidades del pueblo, fortalecer la economía y garantizar la independencia y soberanía de la nación.
