Noviembre 1960…
Un plan fraguado por la CIA contra la vida de nuestro Comandante en jefe, fue abortado al capturarse a los contrarrevolucionarios Armando Cubría Ramos y Mario Tauler Sague, quienes se habían infiltrado por Punta de Hicacos, provincia de Matanzas, procedentes de la Florida, en cumplimiento de órdenes del agente de la CIA Eladio del Valle Gutiérrez. Se les ocuparon armas, granadas de fragmentación, un equipo de control remoto y seis detonadores.
Se planteó el asesinato en las inmediaciones de Instituto Nacional de Reforma Agraria, sito en nuestra capital. Resultaron detenidos otro complotados, Elpidio Brito Gómez, César Valdez Moreno, Ocilio Cruz Sánchez y Luis Puentes Rodríguez, a quienes se les ocupó las armas.
Noviembre 1962… Dos ocasiones, mismo mes y año.
Una cuando el grupo Rescate, de Manuel Antonio Varona y Alberto Cruz, cumpliendo instrucciones de la CIA, proyectó envenenar al entonces jefe de de la policía, comandante Efigenio Ameijeiras, para provocar la asistencia de Fidel a sus honras fúnebres, ocasión en que un comando armado, portando pistolas con silenciadores, lo asesinaría.
Y la otra, planeada para finales de este mes, y para la cual, Desmond Fitzgerald, alto jefe de la CIA, se reunió en París con Rolando Cubela para coordinar un proyecto de golpe de Estado en Cuba y el asesinato de Fidel. El 22 de noviembre, en el momento en que era asesinado el presidente Kennedy, un oficial de caso de la CIA le entregó a Cubela un bolígrafo armado con una aguja hipodérmica para inocular un poderoso veneno a Fidel durante un acto planeado para diciembre de ese año.
Noviembre 1967…
Se planificó un atentado a Fidel durante la inauguración de la Serie Nacional de Béisbol, en el estadio de El Cerro, en la ciudad de La Habana. El proyecto concebido consistía en situar a un hombre junto al cable de entrada del tendido eléctrico, para provocar una interrupción en la instalación, y al mismo tiempo lanzar granadas de fragmentación contra el palco donde se situaba el dirigente.
Fueron detenidos José A. Acosta Corona, Marcelo Ramos González, Segundo Rodríguez Pérez, Isidro Benavides Segura y Reinaldo Barrios Romero.
Noviembre 1969…
Miembros del Frente Nacional Democrático, estimulados por sus dirigentes desde los Estados Unidos, planearon asesinar a Fidel durante una de las visitas de éste a los poblados de Güines y San Nicolás de Bari, provincia de La Habana.
La acción se ejecutaría mediante una emboscada en los accesos a un plan genético de la zona. Las armas a utilizar serían varias escopetas calibre 12 y dos pistolas calibre 45. Resultaron detenidos Gerardo Figueredo Durán, Gertrudis Cabrera Acosta, Jorge Sarmiento Lazo, Israel Ramos González, Cristóbal González Pérez y Pedro Mourdoch Benítez.
Noviembre 1988…
Por fuentes de inteligencia se conoció que el terrorista de origen cubano Gaspar Eugenio Jiménez Escobedo organizaba un plan para asesinar al Comandante en Jefe al llevar a cabo este una visita planificada a Brasil. Para la realización del operativo Jiménez Escobedo dijo contar con todos los medios para esto. Estaban vinculados al proyecto Orlando Mendoza y Luis Posada Carriles. El plan fracasó por las fuertes medidas de seguridad tomadas.
Noviembre 1990…
El día 14, un comando contrarrevolucionario, procedentes de los Estados Unidos se infiltra en Cuba, con el objetivo de realizar acciones de sabotaje y asesinar a nuestro Comandante en jefe, para lo cual traían todos los medios necesarios, que les fueron ocupados. Fueron detenidos todos los implicados, Gustavo Rodríguez, Tomas Ramos, Sergio González Rosquete, Richard Heredia e Higinio Díaz Duarte.
Noviembre 1994…
En ocasión de la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, celebrada en Cartagena de Indias, Colombia, se conoció por fuentes de inteligencia que la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) planeaba una vez más, asesinar a nuestro Jefe. El proyecto consistía en disparar contra él con un fusil Barret calibre 50, que había sido trasladado desde Miami, mientras el Comandante paseaba junto a su amigo Gabriel García Márquez en un coche tirado por caballos por la parte vieja de la ciudad.
El plan fracasó al “no presentarse las condiciones” planeadas por los complotados. Participaron en el operativo los terroristas de origen cubano Alberto Hernández, Roberto Martín Pérez, Luis Posada Carriles, Ramón Orozco Crespo, Gaspar Jiménez Escobedo, Félix Rodríguez Mendigutía y Raúl Valverde
Noviembre 1995…
En ocasión de la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, celebrada en el balneario de San Carlos de Bariloche, en Argentina, se conoció por fuentes de inteligencia que los terroristas de origen cubano Roberto Martín Pérez, Gaspar Jiménez Escobedo y Eugenio Llameras, planeaban emboscar y asesinar a nuestro Comandante en jefe con el apoyo y financiamiento de la Fundación Nacional Cubano-Americana. El proyecto fracasó por las fuertes medidas de seguridad tomadas, entre ellas, trasladar a Fidel en un coche con bandera Argentina, simulando un auto diplomático.
Noviembre 1997…
En ocasión de la celebración, en Isla Margarita, Venezuela, de la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, el terrorista Luis Posada Carriles, con la complicidad de Arnaldo Monzón Plasencia y de los directivos de la Fundación Nacional Cubano-Americana, se organiza un complot para asesinar a Fidel, aprovechando su asistencia al evento, el equipo de asesinos estaba integrado por Ángel Alfonso Alemán, Francisco Córdova Torna, Juan Bautista Márquez y Ángel Hernández Rojo, entre otros. (Historia que ya les compartimos)
Noviembre 1998…
Por fuentes de inteligencia se conoce que en ocasión de la visita de nuestro Jefe Fidel a la República Dominicana, la Fundación Nacional Cubano-Americana planeaba su asesinato, para lo cual contrataron a los terroristas Luis Posada Carriles, Ramón Font, Ramón Orozco Crespo, Francisco Eulalio Castro Paz y Enrique Bassas. El proyecto fracasó nuevamente al no crearse las condiciones esperadas a causa de las fuertes medidas de seguridad que se tomaron, al conocerse anticipadamente los planes homicidas.
Noviembre 2000…
Por fuentes de inteligencia se supo que elementos terroristas planeaban asesinar a Fidel Castro, durante la X Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica que se desarrollaría en Ciudad de Panamá.
Entre estos sujetos se encontraban Luis Posada Carriles, Guillermo Novo Sampol, Pedro Remón Crispín y Gaspar Jiménez Escobedo quienes, por instrucciones de la Fundación Nacional Cubano-Americana, planeaban dinamitar el paraninfo universitario, en el cual se desarrollaría un acto de solidaridad con Cuba y en el que haría uso de la palabra nuestro Comandante en jefe.
Y dejamos para último y con toda intención, el “famoso y conocido” intento en Chile, con el arma dentro de una cámara, que tuvo lugar un día como hoy.
Esta es la historia …
Miércoles, 17 de noviembre de 1971. Ese día Fidel tenia previsto hablar a la prensa, oportunidad que no sería desaprovechada por los asesinos para intentar matar a nuestro Comandante.
La conferencia de prensa tendría lugar en un salón de La Moneda, junto al presidente chileno Salvador Allende, conducida por el periodista Augusto Olivares (quien murió en el palacio presidencial el día del Golpe de Estado al presidente Allende).
Para este atentado la CIA reclutó al terrorista Antonio Veciana Blanch (cómplice en el asesinato de Kennedy). Se le propuso encargarse de organizar su asesinato, y le orientó que se realizara durante una conferencia de prensa, y para ello se le aseguró su transporte con las armas hasta Santiago de Chile en un vehículo diplomático norteamericano. Dos altos oficiales de Carabineros Chilenos van hasta Bolivia y hacen contacto para brindar apoyo desde dentro llegado el momento. Uno de ellos, el Coronel Sepúlveda.
¿Dónde Veciana buscaría entonces el apoyo que necesita? En Miami, por supuesto. Ahí está la gran reserva de matones y conspiradores constituida por la CIA desde hace años. Y Veciana decide finalmente viajar a lo que sigue siendo, hoy día, el santuario del terrorismo continental. Proceden a buscar candidatos, pero todos se dan cuenta de que, al proponerles participar en un atentado contra Fidel, se les pide el suicidio.
Veciana regresa decepcionado a Bolivia después de cuatro días. Sin embargo, un nuevo mensaje en clave le llegó pronto, anunciando que habían encontrado a dos individuos dispuestos a sumarse al complot. Y decide regresar a Miami. Las dos personas pertenecían al grupo de otro terrorista más que conocido, Orlando Bosch.
Antonio “el Isleño” Domínguez y Marcos Rodríguez. A quienes se les propiciaron todas las formas para ir a Venezuela, lugar donde trabajaba como “asesor” CIA para la inteligencia Venezolana, Luis Posada Carriles, quien se involucra también por orden de sus superiores. Allí, ciertos funcionarios de Venevisión entrenaron a los dos matones para convertirlos en camarógrafos de esa cadena y luego infiltrarlos en esa conferencia de prensa del Comandante en Jefe en Santiago de Chile.
Fue la propia CIA, quien sugirió lo de la cámara… y sugirieron hacer el atentado aprovechando una conferencia de prensa, posiblemente las personas que fueran al acto, iban a tener que dejar las cámaras en la antesala y las iban a revisar, así que usarían un arma pequeña escondida en cierto sector de la cámara, además de contar con la complicidad de oficiales chilenos. Aquí aclaramos un primer aspecto, no fue una ametralladora, como se ha dicho varias veces. Fue un revólver 38.
Los asesinos llegan a Chile mucho antes para familiarizarse y hacer su papel de reporteros, se rentan en un apto de la calle Huérfanos, en Santiago. Todo listo, faltaba un detalle. ¿A quien se culparía por el asesinato?
En este aspecto también hay contradicciones, unos plantean que se les facilitaron documentos para hacerlos ver como oficiales de nuestra G-2 descontentos y hay otra versión, que se deciden por echarle la culpa a la Unión Soviética… nosotros nos quedamos con esta segunda versión y tratemos de explicar el motivo sin extendernos mucho.
Nuestros amigos de la CIA tenían un libreto concebido para el asesinato de Kennedy. Pues en síntesis, resulta que habían mandado al asesino de Kennedy, Oswald a que solicitara visa para visitar nuestro país desde Moscú y de esta forma involucrar a Cuba y a Fidel con el magnicidio. Pero, por esas “casualidades” el visado le fue negado. Y ahora para intentar inculpar a la URSS repetirían el mismo guión.
Mandan al Isleño para que vaya a una casa, solamente con la excusa de preguntar por una dirección, pero no a una casa cualquiera, la CIA conocía que vivía en esta, un agente de la KGB soviética, que ejercía de profesor de la Universidad Central de Caracas, Venezuela. De esta forma pondrían en evidencia la participación de los soviéticos en el asesinato del jefe.
El final ya lo conocemos, sabemos que Domínguez y Rodríguez se apendejaron, pero de haber sucedido lo peor, de allí ellos no saldrían con vida, hasta el coronel chileno tenía órdenes de matarlos a ambos para no dejar cabos sueltos.
Pero el intento descrito no sería el único durante esta visita a Chile. Fueron cinco los intentos de acabar con nuestro Comandante en jefe en aquel noviembre de 1971. Tres allí en Chile y dos durante las escalas en el viaje de regreso a la Patria.
Así te recordamos Fidel
Tomado de Cubadebate

