San José, 30 jun.- El embajador de Cuba en Costa Rica, Jorge Rodríguez, rememoró hoy el aniversario 130 de la llegada por vez primera aquí del intelectual y prócer independentista cubano José Martí, en una visita de solo ocho días.
Durante una velada por la efeméride, en la que participaron representantes del cuerpo diplomático latinoamericano acreditado en San José, el embajador narró cómo en algunos reportes de prensa de la época, fue resaltado el acontecimiento.
Un hombre muy notable, escritor y literato distinguido está entre nosotros desde ayer noche, describía una columna editorial del periódico El heraldo de Costa Rica, a cargo de su director Pio Víquez, del 1 de julio de 1893.
Bajo el título de Cubano ilustre, la crónica relataba la llegada del creador de Versos sencillos: “Ingreso Martí el viernes 30 de junio. Don José Martí está en Costa Rica.
Acabamos de ver al sr Martí y apenas hemos tenido tiempo para reponernos de la sorpresa causada a nuestro ánimo por la presencia de ese enérgico luchador americano por el triunfo del derecho democrático y la cultura de los pueblos de América, enfatizaba Víquez en su crónica.
La velada, a la que asistieron miembros de grupos de solidaridad, cubanos residentes y la misión estatal, unió la historia con la música y la poesía de tres trovadores cubanos: Leonor Pérez, Irayda Willians y Reinier Váldez, quienes ofrecieron versos y canciones.
Otro de los atractivos fue la conferencia magistral La Edad de Oro, de Martí a Joaquín García Mongue, de la máster en Estudios Latinoamericanos y profesora de la Universidad Nacional de Costa Rica, Nuria Rodríguez.
La académica en sus reflexiones explicó cómo en aquella visita de solo ocho días, Martí visitó el 6 de julio y almorzó en la casa del joven Joaquín García Monge, quien quedó vislumbrado por la oratoria y la personalidad del visitante.
Convertido después en pedagogo y editor, en esta faceta fue director de la revista Repertorio americano (1919-1958) y en 1921 reprodujo La Edad de Oro, convertida entonces en su primera publicación en América Latina.
Esta propuesta literaria y pedagógica martiana se convirtió en referente de la literatura infantil y juvenil latinoamericana, de inspiración de otras generaciones. Lo novedoso, subrayó, es que trató con respeto a la niñez.
Con esta iniciativa, dijo, Martí, entró en las aulas y los centros estudiantiles, de aquella época y en ésta.
Relató además que en 1924 García Mongue incluyó en Repertorio americano, lecturas para niños y jóvenes bajo el título de La edad de Oro en honor a la obra original martiana.
Un año después anunció la edición de las lecturas como suplemento de la revista y encuadernó seis tomos de 160 páginas. De esta manera nace La edad de Oro de Joaquín García Mongue, destacó.
José Martí llegó por primera vez a Costa Rica el 30 de junio de 1893, a Puerto Limón, en la costa caribeña y regresó un año después.
En aquel entonces el Lugarteniente general del Ejército Libertador Antonio Maceo vivía en este país, a donde llegó en 1891 y se asentó en La Mansión, una finca agrícola que fundó en la localidad de Nicoya, en la norteña provincia de Guanacaste junto a otras 100 familias cubanas.
Ambos revolucionarios preparaban la Guerra Necesaria, que comenzó el 24 de febrero de 1895 por la independencia de Cuba del colonialismo español.
Tomado de Prensa Latina