Florida, abr, 2023.- La aplicación de la ciencia en el deporte es desde hace años un requisito indispensable para competir y alcanzar resultados favorables al más alto nivel deportivo, algo que siempre esperamos los cubanos de los atletas y equipos en la arena internacional.
Implementar los más modernos métodos de entrenamientos, estudiar a los rivales con minuciosidad y diseñar estrategias de juego o de combate basadas en ese diagnóstico y características de cada atleta o equipo resulta imprescindible ya en estos tiempos para lograr acceder al podio de premiaciones en cualquier competición internacional.
Como cubanos conocemos las múltiples carencias tecnológicas y de recursos que complican hoy la labor de los entrenadores y limitan a diario el desarrollo de las prácticas en las áreas e instalaciones deportivas.
Esas limitantes pesan, y en la medida de lo posible no deben dejar de atenderse, como también se requieren acciones en el sistema deportivo cubano frente a la necesidad de fortalecer la preparación técnica y táctica de entrenadores, directores de equipos y atletas.
Como se reclama en la economía, también el deporte demanda margen a la improvisación, y en tal sentido debe desarrollarse con mayor rigor la formación profesional de los entrenadores, exigir más y garantizar su constante superación para que lleven sus conocimientos a las instalaciones y espacios de entrenamientos y guíen mejor la preparación deportiva y el desarrollo de las capacidades físicas y mentales de niños y jóvenes talentos.
Se necesitan oportunidades para que más entrenadores cubanos puedan insertarse en clínicas, cursos o maestrías internacionales, pero también la responsabilidad profesional que exige a cada entrenador superarse para actualizar concepciones sobre la competencia e incorporar nuevos métodos de entrenamientos y preparación deportiva.
Profesores, técnicos y entrenadores a todos los niveles deben sentir la necesidad permanente de ganar conocimientos para preparar mejor a sus discípulos, y tener la exigencia de metodólogos y jefes de la actividad deportiva en cada combinado, municipio y centro de alto rendimiento, en aras de fortalecer la formación de atletas y garantizar se mantenga en la élite el movimiento atlético cubano y que en disciplinas colectivas los equipos sean más competitivos.
Hay buenos ejemplos de entrenadores, de manera especial aquellos que encuentran en el amor a la profesión las fuerzas para sobreponerse a las carencias de implementos y desarrollar los entrenamientos y prácticas deportivas, conscientes de los beneficiosos que son para la salud corporal y mental.
Son ejemplos a seguir, también, los entrenadores que se empeñan en buscar información para ser mejores profesores, los que desarrollan prácticas atractivas y rigurosas para motivar y potenciar las capacidades físicas de sus atletas, quienes, además, de pulir talentos deportivos, velan por la conducta humana y buscan formar personas integrales, promoviendo valores como la disciplina y el respeto.