La Habana, 5 abr.- “No es que le falta el sonido, es que tiene el silencio”, así escribió la relevante poetisa cubana Fina García Marruz y precisamente Silencio se llama la exposición que hoy permanece abierta en su memoria.
La galería Fiñes, en el Centro Histórico de la Habana Vieja, acoge desde el lunes esta muestra colectiva que contiene parte de los más de 70 carteles realizados por estudiantes del Instituto Superior de Diseño (ISDI), inspirados en la obra de García Marruz (1923-2022).
Estará abierta al público hasta el mes de septiembre, como parte del jubileo por el centenario de la poetisa, del cual forma parte la Oficina del Historiador de La Habana.
Según esta institución, la muestra forma parte de una línea de trabajo de educación patrimonial que pretende acercar a las nuevas generaciones a la obra de grandes personalidades de la cultura nacional, desde la interpretación y la creación artísticas.
La galería Fiñes está adscrita a la Casa Eusebio Leal, como colaboración entre la Casa Vitier García-Marruz y el ISDI.
Este evento no solo celebra a una de las más grandes poetas cubanas, sino también la profunda amistad que unió a la ensayista y su recordado esposo, el escritor Cintio Vitier (1921-2009), con el Historiador de La Habana, Eusebio Leal (1942-2020), indicaron los organizadores durante la apertura de la exposición.
En nombre de la familia Vitier García-Marruz, el músico José María Vitier transmitió su gratitud a quienes hicieron posible la realización de la muestra, según informaron medios culturales.
“Mi madre se hubiese sentido impactada por la afluencia de personas a este sitio, sobre todo porque se trata de carteles motivados por su obra», expresó.
«Era tímida. Pero esta exposición en especial creo que le hubiese gustado, precisamente por la palabra que le da título: Silencio. Un concepto que admiraba”, resumió Vitier.
Afirmó que «el silencio era en ella modestia y fortaleza».
Fina, poetisa, ensayista e investigadora, tuvo gran reconocimiento por su vasta obra y obtuvo entre otros galardones el Premio Nacional de Literatura (1990), Premio Nacional de Investigación Cultural (2005) y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2011).
Sus versos están recogidos principalmente en tres libros: Las miradas perdidas, Visitaciones, y Habana del centro.
Tomado de Prensa Latina