Cuba gana en las urnas y obliga a demostrar que ese eslogan de mejor, es posible

Tremenda frustración viven todavía los que apostaron a la debacle en las elecciones generales 2023 en Cuba.

Y por ahí andan inflados de odio recalcando que es la votación más baja en 60 años, negando los resultados, inventado fraudes, rabiosos porque en el fondo saben que más de un 75% de asistencia y más de un 70% de voto unido que legitima a todos los candidatos, constituyen una victoria rotunda en las extremas condiciones que vive una buena parte de la población, lo cual se reconoce como verdad amarga, que contraría, irrita y duele, sobre todo porque hay una buena parte de responsabilidad en esa situación del incremento del bloqueo, las más de 400 sanciones extremas, la perversa inclusión de Cuba entre las naciones auspiciadoras de terrorismo.

Los que niegan esa realidad del ataque brutal del país más poderoso a una isla que parece una pincelada de tierra en el mapa mundial, no quieren reconocer que ningún país ha sufrido el prolongado y cruel hostigamiento de una nación vecina empeñada en secuestrar su soberanía y someterla a su yugo.

A pesar de los errores e ineficiencias del socialismo cubano se consiguieron ventajas mayoritarias que demostraron sus esencias y pesan en esa votación, aunque esas conquistas estén afectadas por un contexto interno y externo completamente adverso.

Hay quienes quieren demostrar que el error fue intentar el socialismo, a pesar de que tantos países que no tuvieron esas intensiones viven crisis muy profundas y sus habitantes nunca disfrutaron de las garantías para la existencia que han tenido las cubanas y cubanos.

Felizmente existe una mayoría que a pesar de la dañina burocracia, la desidia de ciertos servidores públicos, la lentitud en las aplicaciones de medidas beneficiosas, las mantenidas zonas de confort que deberían desaparecer ante la urgencia de soluciones renovadores, del apego a métodos que ya probaron su ineficacia, confía en que se pueden revertir a favor del bienestar común tantas trabas y esa confianza establece el arduo programa de trabajo de la nueva legislatura de la Asamblea Nacional.

Estas elecciones son una victoria que obliga a demostrar que ese eslogan de mejor, es posible. Tiene que verificarse en el día a día de los electores.

Tomado de Cubadebate

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