No solo había que ganar, sino hacerlo con calidad, apuntalando los fundamentos del beisbol, los que hacen que el contrario no pise home. Se precisaba vencer por la vía de los ceros o permitir una sola carrera.
Había que derrotar a un conjunto de mucho contacto con la pelota y muy rápido en las bases, cualidades que exigían ante la demanda de mantener la pizarra rival lo más llena de ceros posible.
Era, literalmente, un pulso táctico y estratégico, cualquier desliz costaba. Así, mentalizado, con altísima responsabilidad, la familia Cuba, o el Team Asere, cumplió la retadora misión para salir victorioso en la Batalla de Taichung, y clasificarse, como líder del grupo A, a los cuartos de final del V Clásico Mundial de Beisbol, fase que se jugará los días 15 y 16 en el majestuoso Tokyo Dome, de la capital japonesa.
Una carrera a la altura del noveno inning, solo una, que era lo exigido, toleró el pitcheo cubano, con Miguel Romero otra vez clave en el éxito de su equipo. El guantanamero lanzó en dos y dos tercio, tras la salida emergente, por calambres en el antebrazo de su mano de lanzar, del abridor Elián Leyva.
«He ido tomándole el ritmo al torneo luego de la preparación, porque solo entrenaba, tenía mucho tiempo sin ver bateadores. Ha sido esta una bella experiencia, es mi primer clásico, es el equipo Cuba, y emociona muchísimo la manera en que estamos peleando cada juego», dijo Romero.
«Sí, el cambio de velocidad lo he tenido muy efectivo; también la recta cortada, que siempre es un lanzamiento incómodo, porque va con velocidad y se mueve como un rompiente», dijo Romero, de la organización de Atléticos de Oakland, en las Grandes Ligas.
El cienfueguero Yoan Moncada volvió a ser decisivo y a homenajear a su papá con la camisa de las cuatro letras. Disparó jonrón, doble y jit; también la sacó del parque Erisbel Arruebarruena. El campo corto, quien ya anunció que se vestirá de Cocodrilo para defender a Matanzas en la ya cercana 62 Serie Nacional, nos dijo que «este es un conjunto grande, con peloteros enfocados en el objetivo de avanzar, y lo estamos haciendo partido a partido. La afición que siga confiando en nosotros, porque no cejaremos en el empeño».
Es una bujía, en el cajón de bateo y en la banca, o en las prácticas; así se muestra Yadir Drake, el de Pueblo Nuevo, en la urbe yumurina. Igualó el récord de más jits en un partido para un cubano en estas lides, con cuatro, y ahora alcanzó otro, al hilvanar seis imparables consecutivos.
«Son importantes las marcas, motivan, pero quedan a un lado cuando se vive en un equipo como este, en el que todos salen a buscar, con las mismas ganas, el récord más importante: la victoria. Es cierto que ahora se pone más difícil el torneo. Pero si toca Japón, con Ohtani, saldremos con el mismo ímpetu», expresó Drake.
Se veía feliz y, al propio tiempo, visiblemente orgulloso. El Caballo de los caballos, el capitán de la escuadra, Alfredo Despaigne, lleva nueve choques seguidos en clásicos mundiales bateando de jit, y con las impulsadas de ayer se situó a cuatro de la cota máxima de estos certámenes, en poder de su compañero Frederich Cepeda.
«Me he preparado muy bien, y la responsabilidad con mis compañeros es grande, pero realmente que estén esperando que yo dé el batazo, que traiga la carrera, no me pesa, me motiva», declaró Despaigne.
–¿Cómo has vivido la otra gran responsabilidad de ser el capitán del primer equipo Cuba con peloteros de temporadas cubanas, de otras ligas, incluyendo los de la MLB?
–Ha sido una experiencia única; entre nosotros se habla un solo idioma, el del equipo Cuba. Es muy bonito lo que estamos haciendo y cómo lo llevamos hacia delante. Los de las Grandes Ligas nos han ayudado mucho con sus consejos, y ellos se sienten a gusto con la garra que todos ponen en el terreno.
El guantanamero Onelkis García, quien no había tenido una buena salida ante Italia, esta vez, con la tensión de que no se podían permitir carreras, estuvo inmenso en su relevo de dos capítulos. «Sí, se puede tomar como un desquite de la presentación anterior, pero lo importante es que ganamos, con un tremendo pitcheo de los muchachos. ¿Para Japón? Nosotros estamos muy competitivos, no tenemos otra cosa en la cabeza que llegar a las semifinales de Miami, y vamos a llegar».
Después de dos derrotas consecutivas, Armando Johnson, director de la escuadra de la Mayor de las Antillas, expresó que el equipo ha venido de menos a más. Nos habló de la confianza depositada en ellos, «por la experticia y por la manera en que se entregaron al objetivo».
Sobre el partido ante Taipéi de China dijo que la exigencia lo hizo más tenso, «pero nuestros lanzadores están en buena forma». Comentó que para cuartos de final el equipo sí está en condiciones.
La selección cubana jugará el próximo día 16 ante Australia, y el vencedor encontrará un espacio entre los cuatro grandes, los cuales disputarán las semifinales y la final, en Miami, del 19 al 21.
Tomado de Granma