Desde niño hasta mambí, de migrante a justiciero, en 170 eneros vimos crecer a Martí.
Del criollismo pionero, cubano internacional, su pensamiento esencial trazó un surco en nuestra historia, y en tributo a su memoria es el Héroe Nacional.
Aquel 28 de enero, cuando el cubano mayor nació, surgió un surtidor que iluminó a toda Cuba, y el Sol le dijo, que suba a compartir mi esplendor.
Ayer, con verso sencillo, nos regaló patriotismo, hoy yo quiero hacer lo mismo copiando luz y estribillo.
Martí no fue aquel caudillo que buscó fama y retrato, Martí fue firma y contrato, virtuoso, sin dobladillo.
Anoche soñé, soñé con su voz y era un encanto, me dijo: no hables de llanto, habla del sueño que amé.
Y por su boca hablaré, para que él no muera nunca, para que jamás sea trunca la Patria que defendió; para que el verso que honró esté más vivo que nunca.
Yo quiero morirme un día con Patria, pero sin amo, en esta tierra que amo cargada de rebeldía.
Jamás entraré en lo oscuro a vivir como traidor, prefiero ser redentor de lo hermoso y de lo puro.
Tiene el imperio su abrigo en el odio seco y pardo, Cuba escapa de ese cardo con el mundo como amigo.
Somos un pueblo sincero, con humanismo en el alma, y es del alto de una palma la justicia que yo quiero.
Por eso morir prefiero antes que ver doblegada la Patria ya liberada del yugo del extranjero.
El enemigo sediento, de guerra y de destrucción, amenaza esta nación y hay que retomar aliento.
Tenemos que denunciar la mancha en nuestra bandera, porque su estirpe guerrera nadie la puede olvidar.
Con Martí hay que celebrar, poder andar por el mundo, con el orgullo profundo de compartir y no dar.
Con Martí hay que denunciar al Monstruo y su entraña inmunda, para que sea fecunda la ruta que hemos de andar.
Hay que luchar y alcanzar, la prosperidad entera sin arriar nuestra bandera, porque sería un sacrilegio rebajarse ante el imperio y abandonar la trinchera.
¡Felicidades Martí, en tu nuevo aniversario, que viva ese corolario que nos adorna por ti!
¡Somos un pueblo mambí, que no manchará tu nombre, somos mujer, somos hombre, orgullosos de saber de qué lado está el deber, aunque el odiador se asombre!
¡Vivan tu luz, tu pronombre; vivan tu estirpe y tu ser; viva quien cumpla el deber de honrar con su actuar tu nombre!
¡Es Martí, sujeto, nombre! ¡Es el cubano mayor, es el guía superior de un pueblo en Revolución, que no acepta la traición y demuestra su vigor!
