Beiging, 26 dic.- Las relaciones entre China y Rusia son «sólidas como una roca», declaró el domingo el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, asegurando que los lazos entre ambas naciones son «inmunes» a los intentos externos de sembrar la discordia y a cambios en el entorno internacional.
La asociación estratégica entre Pekín y Moscú se ha hecho aún «más madura y resistente» en el último año, declaró Wang durante su intervención en el Simposio sobre la Situación Internacional y las Relaciones Exteriores de China. «Durante el último año, China y Rusia se han apoyado mutuamente con firmeza en la defensa de sus respectivos intereses fundamentales», añadió.
El canciller también indicó que el comercio bilateral entre ambos países se acerca «a un ritmo más rápido» al objetivo de 200 mil millones de dólares. La escala de los negocios realizados entre los dos vecinos en monedas nacionales también se ha ido ampliando. Asimismo, señaló los avances significativos en la conectividad transfronteriza con la apertura de nuevos puentes automovilísticos y ferroviarios en 2022.
En este sentido, el ministro subrayó que las relaciones entre Moscú y Pekín, que «se mantienen sólidas como una roca», no persiguen intentos de crear alianzas o confrontaciones contra terceros países.
«Estas relaciones están protegidas de toda interferencia o intento de sembrar la discordia entre los dos países, y son inmunes a los cambios en el entorno internacional», aseguró.
«Mientras algunos países intentan resucitar la mentalidad de la Guerra Fría y fabricar la falsa narrativa sobre la democracia frente al autoritarismo, China y Rusia se han solidarizado con otros países para impulsar firmemente la multipolaridad y una mayor democracia en las relaciones internacionales», acentuó el alto cargo chino.
Estados Unidos no ha logrado persuadir a China para que se sume a las sanciones internacionales contra Rusia por el conflicto de Ucrania. Pekín ha hecho un llamamiento a la paz, pero se ha abstenido de condenar a Moscú por lanzar su operación militar y ha culpado de la crisis a las acciones de Occidente, incluida la expansión de la OTAN hacia el este.
Wang abordó también el tema de las relaciones entre Pekín y Washington que caracterizó como «sumidas en dificultades serias», porque EE.UU. «sigue considerando obstinadamente a China como su principal competidor y ha emprendido flagrantes acciones de bloqueo, supresión y provocación» contra el gigante asiático. En esta línea, instó a Washington a cambiar de rumbo y empezar a trabajar por una cooperación «sana y estable».
(RCA)