Bogotá, 26 ago.- Un concierto único, de esos que no suelen presentarse muchas veces porque requieren la confluencia especial de varios elementos para su ejecución, podrán disfrutar hoy los colombianos en la Catedral Primada.
Esta tarde se unirán en la emblemática iglesia capitalina la Orquesta Filarmónica de Bogotá y el francés Thomas Ospital, uno de los más prestigiosos cultores del órgano, bajo la batuta del director cubano José Antonio Méndez.
En entrevista con Prensa Latina, Ospital quien es titular del Gran Órgano de la iglesia de Saint Eustache de París desde 2015, manifestó su alegría por regresar a la capital de Colombia, donde hace pocos años estuvo en un recital solo en el cierre del Ciclo Bach en Bogotá, en esta misma iglesia, localizada en la Plaza de Bolívar.
«Ahora es un concierto con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, donde interpretaremos el Concierto No. 2 para órgano y orquesta Op. 177 de Josef Rheinberger», detalló.
Ganador de varios concursos internacionales, Ospital asegura que en realidad no piensa en reconocimientos.
«Vivo mi vida como músico, con mucha alegría, haciendo lo que amo que es tocar música, hacer música, disfrutar de eso y tengo esa suerte y quiero compartir esa alegría con la gente», expresó en un intermedio de su ensayo.
Acerca de sus primeros acercamientos a este instrumento musical, considerado de los más antiguos del mundo, rememoró que pudiera decirse que fue de golpe.
«Yo estaba acompañando a mi padre que cantaba en un coro parroquial en mi pueblo del País Vasco de Francia y de repente vi a alguien tocando el órgano. Había una magia, debió ser Cupido que me envió una flecha, pero de repente yo estaba totalmente enamorado del instrumento», narró.
Dijo que fue una atracción tanto física como musical y desde entonces quiso tocar el órgano, un instrumento que cuenta con un repertorio sustancial, que abarca más de 500 años.
Enseguida pudo recibir clases en el Conservatorio Regional de Bayona, en el sur de Francia, y después fue a al Conservatorio Superior de París, donde cursó las carreras de Órgano, Composición y de Improvisación.
Thomas Ospital, con 19 años fue el ganador del I Concurso Internacional de Órgano de Zaragoza, y después participó en varios certámenes más, siempre con notables resultados.
«Es siempre una experiencia muy importante. Cuando el músico tiene que tocar en público tiene que ser el mejor en ese momento: el estrés, la salud, todo eso no existe, y haciendo esos concursos aprendes a hacerlo porque preparas un programa por meses y hay que ejecutarlo de una vez, en el momento justo», explicó.
Acerca del órgano de la Catedral Primada de Bogotá, aseguró que es fabuloso, es del siglo XIX, de una manufactura vasca que después fue reformado totalmente.
Considerado «el rey de los instrumentos», es uno de los de mayor tamaño, y el artista no lo lleva consigo a sus conciertos porque la mayoría se fabrica para colocarlos de manera fija, generalmente en iglesias.
El trabajo como organista es viajar de ciudad en ciudad, tocar distintos órganos, a veces de 400 años de antigüedad, otros totalmente nuevos y tienes que amar esta pasión, descubrir cada vez el instrumento, resaltó.
«A mí me encanta esa parte de mi trabajo porque tocas siempre un poco de la historia. Por ejemplo, además de lograr la música de un instrumento importante, lo haces en lugares maravillosos, como en esta catedral en Bogotá, o sea, estás en contacto con la historia y la cultura de un lugar o de un país», comentó a Prensa Latina.
Acerca del concierto bajo la dirección del director cubano Méndez, dijo sentirse muy contento porque, aunque no se conocían, desde el primer ensayo hace solo dos días, la conexión fue muy fácil, así como con la orquesta.
«A esta obra si no le das un alma especial no es interesante. Hay que hacer mucho para que la música sea interesante y la conexión fue muy fluida no teníamos que decir aquí vamos a hacer esto o aquello, todo fue muy natural nos entendimos con la música», destacó.
Thomas Ospital afirmó que el órgano es un instrumento único que llena todos los espacios y tocarlo es una experiencia física porque pone todo el cuerpo a vivir.
El artista francés, enamorado también de España, exhortó a los bogotanos a disfrutar el concierto de esta tarde, por ser un momento único.
«Tocar un concierto con el órgano no se hace todos los días. Hay que tener una buena orquesta, un buen órgano y el sitio, donde puedan tocar juntos, porque hay lugares donde hay mucha distancia entre el instrumento y la orquesta y en esta catedral están todas las condiciones», exhortó el destacado organista francés.
(PL)