La Habana, 13 ago Considerada como una de las figuras determinantes en el siglo XX, Fidel Castro y la Revolución que lideró en Cuba sobrepasaron las fronteras de la isla caribeña, que hoy lo homenajea en su aniversario 96.
- Por: José Armando Fernández Salazar
El movimiento antimperialista y de liberación nacional que llevó a la victoria el 1 de enero de 1959 se convirtió en el escenario para que desplegara su genio como estratega y estadista cuando el mundo atravesaba las tensiones de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética.
La Habana se convirtió en un referente exitoso para los movimientos de liberación del Tercer Mundo, del cual Fidel Castro se convertiría en un defensor y pensador, aportando una nueva visión a los conceptos de la izquierda mundial.
Su niñez en la finca familiar en Birán, en el nororiente de Cuba, resultaría decisiva en la forja de su carácter y la decisión de colocarse al lado de los desposeídos, razón por la cual decidió formarse como abogado.
En la Universidad de La Habana despuntó como líder y abanderado de una nueva generación en la que confluirían el ideario de José Martí y las nuevas ideas progresistas asentadas en el marxismo-leninismo, el antimperialismo y la integración latinoamericana.
El golpe de Estado orquestado por Fulgencio Batista y la demostración de la bancarrota de los partidos tradicionales radicalizaron sus ideas y acciones que lo conducirían al asalto al cuartel Moncada, en el oriente de Cuba, el exilio en México y el desembarco en Cuba para desarrollar una lucha guerrillera.
Con el triunfo del movimiento armado emprendió la construcción de un nuevo tipo de sociedad que hiciera concreta la idea de Martí de erigir una república en la que la ley primera fuera el culto a la dignidad plena del hombre.
Fueron muchas las pruebas: Crisis de los Misiles, invasión por Playa Girón, lucha contra bandas contrarrevolucionarias, Campaña de Alfabetización, industrialización del país, Reforma Agraria y la defensa de una postura independiente y soberana a nivel internacional en foros como los No Alineados y los esfuerzos para la integración latinoamericana y caribeña.
En los años de 1990, cuando cayó el bloque socialista de Europa y se proclamó el fin de la Historia, Cuba persistió ante los intentos de asfixiarla económicamente y aislarla internacionalmente por parte de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos. En esa épica fue crucial su figura.
No bastaron los más de 600 intentos de asesinato por la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y grupos terroristas, las campañas difamatorias a nivel internacional o la persecución económica, Fidel Castro, la revolución y Cuba persistieron.
Para muchos el 25 de noviembre de 2016, fecha de su fallecimiento, no murió, sino que sobrevivió al éxito de su propia obra: la Revolución cubana. Antes solicitó que no se le erigiera ningún monumento ni se nombrara calle o lugar en su honor.
En ese entonces varios líderes y estadistas valoraron su trascendencia de la siguiente forma:
Abdelaziz Bouteflika, expresidente de la República Argelina Democrática y Popular: Él estuvo en el centro de todos los acontecimientos que le dieron forma al siglo XX y un testigo de una perspicacia sin igual de las evoluciones de este siglo y de sus tumultos.
Xi Jinping, presidente de la República Popular China: De todos los rincones del planeta brotan muestras de reconocimiento a la vida y obra revolucionaria de uno de los grandes líderes del siglo XX y lo que va del XXI, el guerrillero de la Sierra Maestra y el estadista de talla global que cambió para siempre la historia de América Latina y de varios pueblos del mundo: Fidel Castro.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua: En cualquier país, ciudad o región del mundo Fidel Castro es un hombre presente en la vida cotidiana de millones de seres humanos.
Vladimir Putin, presidente de la Federación de Rusia: Fidel Castro era “el símbolo de una era en la historia mundial contemporánea” y “un amigo sincero y fiable de Rusia.
Pepe Mujica, expresidente de Uruguay: Hay en Fidel (…) una estatura de Quijote porque le tocó vivir en un largo período de su historia desafiando a la primera potencia mundial” para lo cual tuvo “coraje, decisión y capacidad de resistencia”.
Raúl Castro, líder de la Revolución cubana: Fidel es Fidel, todos lo sabemos bien, Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente. Aunque siempre lo estarán sus ideas, que han hecho posible levantar el bastión de dignidad y justicia que nuestro país representa.
Tomado de Prensa Latina