Florida, 27 jun.- La disciplina de la mujer durante el periodo del embarazo y el apoyo consciente de la familia en dicho comportamiento son básicas para llevar a feliz término el proceso de gestación, incluidos el parto y la calidad de vida de la madre y del recién nacido.
Así lo reclamaron en Florida las máximas autoridades municipales de Salud Pública y de forma específica los encargados de la vigilancia del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), preocupados por la falta de percepción del riesgo de las embarazadas que evaden la captación temprana de su estado, no asisten a las consultas médicas o se niegan a ingresar en unidades especializada cuando su propia condición fisiológica o la del futuro bebé lo demanden.
Peligros como la descompensación de la diabetes común o gestacional, alteraciones genéticas detectadas de manera tardía, amenazas de bajo peso y muerte fetal o materna, complicaciones en el momento del parto y arrepentimientos permanente pueden evitarse siempre y cuando la embarazada y su familia inmediata cumplan con las orientaciones del médico y del resto de los actores institucionales que velan aquí por su bienestar y el de su hijo en formación.
En medio de grandes carencias y limitaciones de recursos, el Estado cubano no escatima esfuerzos para garantizar la ejecución de todos los protocolos inscritos en el PAMI, incluidas la venta o entrega de alimentos y módulos de canastilla, la realización de análisis costosos, el empleo de ambulancias y combustibles para el traslado de la gestante en casos de urgencia, y la sostenibilidad de espacios como los Hogares Maternos donde resaltan los cuidados integrales para las mujeres en esa condición.
Hasta el 23 de junio el municipio de Florida registraba una de las tasas de mortalidad infantil más altas de los últimos tiempos, con 15,9 por cada mil nacidos vivos, 251 partos satisfactorios y cuatro pequeños fallecidos antes de cumplir el primer año de vida. (Pedro Pablo Sáez/Radio Florida)
