Montevideo, 4 ago.- Las últimas semanas fueron de conflictos laborales en Uruguay, y la que inicia hoy adelanta una agudización de las tensiones en varios sectores, en algunos de vieja data.
La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea anunció un paro de labores para el jueves siete de agosto, una modalidad de protesta que otros sindicatos ejecutaron aquí en las semanas anteriores.
El conflicto continúa escalando ante la falta de soluciones en los principales focos de reclamo de los obreros.
La Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole), el mayor productor y exportador del país, insiste en cerrar su planta procesadora en el norteño departamento de Rivera.
Alega falta de competitividad frente a la importación de Brasil y desinterés en inversiones que mejoren su eficiencia.
Por su parte la empresa Claldy ejecuta una reestructuración que pone en peligro decenas de empleos, por lo que el sindicato llamó al paro con movilización.
Antes lo hicieron sindicatos de la Pesca, de instituciones públicas, del transporte y las industrias.
El primer día de la semana anterior arrancó con un paro sorpresivo decidido por la Asociación de Trabajadores de Copsa (ATC), que demanda a esa empresa el pago de salarios atrasados.
Copsa presta servicios de transporte colectivo en la zona metropolitana de Montevideo y tiene largo historial de incumplimientos salariales.
El conflicto derivó con un paro nacional apoyado por la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott).
Autobuses inmovilizados, líneas sin servicios y terminales copadas resultaron modalidades de la protesta.
El dirigente de la Unott, Miguel Marrero, instó al Poder Ejecutivo a ser «más duro» con Copsa en la reunión tripartita que tendrá lugar este lunes.
Otro paro con movilización fue protagonizado el pasado miércoles por la Confederación de Sindicatos Industriales.
Algunas de sus agrupaciones afiliadas están enfrentadas a las patronales.
Nos preocupa la falta de planificación a nivel de Estado para la industria, no es claro para dónde va el país, declaró el presidente sindical, Danilo Dárdano.
Durante la tercera semana de julio el turno tocó a los empleados del sector público, cuyos sindicatos protagonizaron una huelga parcial.
Pidieron cobertura de las plantillas, inversiones en instituciones estatales y reducción del trabajo terciario.
Este y otros conflictos sindicales ocurren cuando comienzan los consejos de salario y de negociación colectiva.
Resulta el contexto en el que el PIT-CNT convocó a un paro parcial nacional el 12 de agosto.
Será el primero organizado por la central sindical unitaria de cara al gobierno del presidente Yamandú Orsi, que asumió el 1º de marzo.
Desde esa instancia el movimiento obrero uruguayo pone reparos a las pautas salariales fijadas por el Poder Ejecutivo que preside el frenteamplista Yamandú Orsí.
El paro fijado por el PIT-CNT también protestará por la falta de soluciones a los reclamos de los trabajadores de las industrias pesquera, láctea, transporte y los frigoríficos, pese a las mediaciones gubernamentales.
Se suma la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado, renuente a aceptar la propuesta salarial gubernamental, lo cual añade condimento al escenario laboral y sindical uruguayo, con otra semana complicada.
Tomado de Prensa Latina