Noviembre, 2024.- El 3 de noviembre de 1923 fue funda la Universidad Popular José Martí, institución a la que se incorporan unos 500 obreros que recibían clases impartidas por estudiantes y jóvenes recién graduados, entre los que sobresalen Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y Sarah Pascual.
La idea de crear la Universidad Popular José Martí, surgió en el Primer Congreso de Estudiantes celebrado durante los días 14 y el 26 de octubre de 1923 y tenía como objetivo la educación de los sectores populares, estrechando alianzas entre los obreros, los discípulos y la intelectualidad cubana a favor de la cultura del pueblo.
Inaugurada en el Aula Magna de la Universidad de La Habana con una matrícula de 400 estudiantes, ligó a obreros e intelectuales con los sindicatos, como prueba de la transformación que debía asumir el nuevo organismo educacional para llevar el conocimiento a los más humildes.
El proyecto aseguraba no solo la formación cultural sino además ideológica del proletariado y a despertar su conciencia clasista sobre la base de la defensa de los principios de justicia social bajo el interés esencial de lograr la unión de los obreros con los estudiantes e intelectuales.
En las aulas de la Universidad Popular José Martí se impartió Historia de la Humanidad y de Cuba, Literatura, Gramática, Matemática, Psicología y Lógica, Homicultura, Maternidad y Profilaxis Sexual, Economía Política y Social, Legislación del Trabajo, Moral Antidogmática y Rudimentos de Ciencias de las Religiones; además de explicarle a los obreros los fundamentos del sistema de explotación a que estaban sometidos.
El centro contó con la colaboración de profesores universitarios y destacados intelectuales como Eusebio Adolfo Hernández y Emilio Roig de Leuchsenring; junto a los estudiantes y graduados que se iniciaron con Julio Antonio Mella, sobresalieron Sara Pascual, Leonardo Fernández Sánchez y Alfonso Bernal del Riesgo, a quienes se unieron Rubén Martínez Villena, Raúl Roa y Gustavo Aldereguía Lima.
Su creador y organizador Julio Antonio Mella, la llamó “la hija querida de mis sueños”; y mantuvo sus actividades hasta el año 1927 cuando resultó clausurada por órdenes del dictador Gerardo Machado, acusada de “peligroso foco de propaganda comunista”.