La Habana.- En Cuba existe un parque natural con mucha historia y atrae cada año a viajeros de todo el mundo, en particular europeos (sobre todo españoles), el Parque Cristóbal Colón.
Por Roberto F. Campos
De la redacción de Economía
Fotos: Roberto F. Campos
Ese parque se encuentra en el oriente cubano e incluye Cayo Bariay, el lugar por donde los investigadores determinaron que desembarcó el almirante el 28 de octubre de 1492. Pero esa sería una descripción sencilla de un lugar que tiene mucho más por contar.
La región recrea tanto la estancia de los españoles de aquel momento, como –sobre todo- la presencia de los aborígenes Tainos, su cultura, y tradiciones, los bailes religiosos, y todo ello mediante un cuerpo de danzantes con vestuario de ese entonces (casi nada de ropa por supuesto) .
De ahí, que el visitante se pueda topar con una indígena que hable perfectamente inglés, y quizás otros idiomas, para señalar a los turistas, por donde entraron las Naos de Colón.
El lugar es verdaderamente maravilloso, rodeado de mucho verdor y naturaleza virginal y con un parque monumentario que recuerda el encuentro de las dos culturas.
Cayo Bariay se encuentra ubicado en la oriental provincia cubana de Holguín y el navegante genovés lo asentó en su Diario de Navegación, con una mezcla de castellano rudimentario, italiano, portugués y catalán.
Muchos de los pobladores trabajan en el Parque Monumento Nacional Bariay, institución turística que presta servicios a nacionales y extranjeros.
El encuentro de las dos culturas es rememorado allí con un monumento conmemorativo erigido en 1992, en Punta de Sabaneta, con motivo del aniversario 500 de aquel acontecimiento.
Por demás, en mayo de 2017, los autores Miguel Ángel Esquivel Pérez y Cosme Casals Corella presentaron en ese lugar el libro Derrotero de Cristóbal Colon por la costa de Holguín.
Casals Corella comentó en esa oportunidad a este periodista, que dicho volumen trata sobre la zona, pues Bariay y sus países se transformaron en componente de identidad, cultura y conocimiento universal, cuando dicho vocablo algunos expertos lo consideran de diferente manera.
Algunos indican que Bariay deriva de un árbol endémico del lugar, otros que proviene de la lengua Aruaca y quiere decir Cayo o Isla, lo que tiene más lógica desde el punto de vista geográfico.
El accidente geográfico devino bahía junto con la Bururú, que pertenecían a la costa norte de la villa de San Salvador de Bayamo, o conocida como las Tierras altas de Maniabón, pues no es hasta 1752 que pasa a formar parte de la jurisdicción de Holguín (oriente de Cuba).
En 1823, fue creado el ayuntamiento de Gibara y pasó a formar parte de ese territorio, hasta 1975 que con la nueva división política administrativa de Cuba, se adhiere al municipio holguinero de Rafael Freire.
Para los científicos Antonio Núñez Jiménez (1923-1998) y el arqueólogo José Manuel Guash, Bariay es la Casa de Colón, y para el historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler (1942-2020), ese escenario simboliza la puerta que abre la ruta a la modernidad cubana.
UN LUGAR DE OBLIGADA VISITA
Colón desembarcó ese domingo en el lugar, con los tripulantes de La Pinta, La Niña y La Santa María, y tomó posesión de estas tierras en nombre de la corona española. Allí visitó una aldea aborigen de la que huyeron sus moradores y sólo vio a un perro que nunca ladró.
El sitio, denominado San Salvador por el Gran Almirante, fue motivo de polémicas durante mucho tiempo por la existencia de numerosos accidentes en el litoral, pero tras minuciosas investigaciones históricas se llegó a la conclusión de que fue ésta la bahía.
Dentro de sus valores naturales destacan las lomas de Maniabón, en especial los accidentes orográficos de los cerros calcáreos de forma mogótica, sobre suaves formaciones colinosas de serpentina y la subyacente llanura.
Sobresalen elevaciones como la hoy denominada Mezquita de Colón, conocida por los habitantes de la zona como Teta de Bariay y descrita por Colón en su diario:
“Tiene sus montañas hermosas y altas como la Peña de los Enamorados, y una de ellas tiene encima otro montecillo a manera de una mezquita”,
Y hay mucho mas, sobre todo para los amantes de la naturaleza, pues aparecen el Cerro de los Portales (147 metros), el Cerro de Yabazón (246 y la Silla de Gibara (307).
La población asentada en Cayo Bariay no sobrepasa los 200 habitantes. Las comunidades comprendidas en el área son eminentemente rurales.
Su actividad económica se centra fundamentalmente en la agricultura, en especial cultivos menores como ajo, cebolla, plátano y tabaco.
Las más cercanas al mar se dedican además a la pesca y al cultivo de ostiones. Muchos de los pobladores trabajan en el Parque Monumento Nacional Bariay, institución turística que presta servicios a nacionales y extranjeros.
El PARQUE CRISTOBAL COLON
Ubicado en la costa norte de la provincia de Holguín se extiende por el Oeste desde el municipio Gibara hacia el Este hasta la bahía de Sama. Creado el 17 de septiembre de 1998 en el escenario del encuentro de las dos culturas.
El parque se apoya en una infraestructura de más de tres parques, un centenar de senderos especializados y recorridos, a cargo de las principales agencias de viajes de la isla.
En su porción costera tiene más de 40 kilómetros de costa acantiladas donde se destacan poco más de una decena de playas, seis bahías, tres ríos, siete cayos, unas 170 cuevas, seis cuevas inundadas y 34 sitios arqueológicos. Además exhibe cinco mil hectáreas de bosques naturales y otras mil reforestadas en recientes años.
Tomado de Prensa Latina