Agosto, 2024.- Considerado uno de los grandes periodistas cubanos de todos los tiempos, Manuel Márquez Sterling nació el 28 de agosto de 1872 en Lima, pero jurídicamente es cubano, pues llegó al mundo en la sede diplomática de la República de Cuba en Armas en la capital peruana, donde su padre se desempeñaba como delegado del Ejercito Libertador.
Escritor, periodista y diplomático, siendo un niño pasó a residir en Camagüey, donde cinco años después funda la revista El Estudiante, hecho que señala su vocación periodística; en 1889 ingresó en la redacción de El Camagüeyano, periódico creado por su padre, y durante su estancia en México escribió crónicas sobre ajedrez para el Diario del Hogar y publicó El Arte de Philidor; fundó, además, el semanario La Lucha, de militancia revolucionaria, y fue corresponsal de La Discusión.
En 1894 conoce a José Martí en México y se vincula a la causa independentista, pero su mala salud le impidió participar en la contienda; en Nueva York trabajó como secretario de Gonzalo de Quesada, quien le encomendó la organización del archivo de del Apóstol de la independencia cubana y al finalizar la Guerra Necesaria publicó en Patria, Cuba Libre y El Fígaro.
Fundador de varias publicaciones periódicas como el Heraldo de Cuba y La Nación, por su intensa y brillante ejecutoria, Márquez Sterling es considerado un auténtico maestro de periodistas, y en su honor, en 1943, la Escuela Profesional de Periodismo, primera de su tipo en el país y cuarta en América Latina, adoptó su nombre.
La carrera diplomática de Manuel Márquez Sterling fue paralela a la periodística; representó a Cuba en Argentina, Brasil, México, Perú y Estados Unidos; en 1934 el gobierno provisional de Grau lo designa secretario de Estado y embajador en Washington, ciudad donde fallece el 9 de diciembre.