Rafael Alba suma bronce en el taekwondo olímpico

Paris, 11 ago.- Rafael Alba se regaló una medalla de bronce por su cumpleaños. Faltaban solo dos días para sus 31 años, pero quiso celebrar unas horas antes como doble medallista olímpico.

Una patada a la cabeza abrió el marcador a favor del cubano. Nada pudo detener las enormes extremidades del criollo, que con gran agilidad alcanzó al croata Iván Sapina.

El Gran Palacio lucía majestuoso. La luz natural iluminaba el centro del área de competencias que atravesaba la enorme cubierta de cristal de más de un siglo de historia.

Fue un combate rápido. La perspicacia del antillano lo hizo vencer a Sapina en tan solo dos asaltos.

Además de su medalla olímpica, en los Juegos Panamericanos, Alba ha logrado hacerse de un nombre, con una medalla de oro en 2015 y una de plata en 2019.

En la historia de los Juegos Olímpicos, la nación caribeña había conquistado seis medallas en el taekwondo, distribuidas en una de oro, dos de plata y tres de bronce.

Al reflexionar sobre su paso por los Juegos, con el sudor aun cayendo por su frente tras la dura contienda, Alba comentó sobre el alto nivel de la competencia. “Aquí todos los atletas son rivales de temer. En mi primer combate me enfrenté a una joven promesa que ocupaba el quinto lugar del ranking mundial, pero logré sobreponerme. Más adelante caí ante el número tres del escalafón, lo que me llevó al repechaje, y después tuve que vérmelas con el subcampeón del mundo”.

A pesar de las complejidades de su accidentado camino, Alba se siente satisfecho, y su semblante lo delata. Pasea la mirada a su alrededor, se pasa la mano por el cabello y deja escapar una carcajada, como si estuviera viviendo un sueño.

“Aun no acabo de asimilar esta medalla; en Tokio la disfruté como una presea de bronce, pero esta para mí es de oro. Mucha gente solo ve la parte bonita del deporte y olvida las lesiones, los dolores, las operaciones o el estar lejos de la familia”, comentó.

Tras este resultado, que lo consolida en la élite mundial, Alba anuncia su retiro de la alta competición. “El mejor regalo de cumpleaños”, dice, “fue esta victoria, y así quiero poner fin a mi carrera”. “A partir de ahora -agrega con determinación- pienso dedicarle más tiempo a mi familia, a mi hijo, que tanto me ha necesitado. Ya es momento de terminar; en dos días cumplo 31 años, y prefiero culminar en la cima”.

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