Julio, 2024.- La pérdida de mano de obra en la agricultura tradicional y azucarera, el desarraigo cultural y la despoblación del campo constituyen hoy, desde el punto de vista humano, las principales consecuencias de la migración creciente de los habitantes del sector rural hacia la ciudad cabecera del municipio de Florida.
Aun cuando no se conocen cifras actualizadas del fenómeno, el recorrido por los asentamientos cañeros y agropecuarios locales y el intercambio con sus pobladores muestran una realidad que pone en peligro los planes de desarrollo agrícola, la soberanía alimentaria y el avance económico del territorio.
Entre las problemáticas planteadas por distintos directivos en la base productiva del sector azucarero sobresalen la deficiente disponibilidad de capital humano para enfrentar la siembra de caña y cultivos varios, una realidad marcada, también, por la migración de quienes deben asumir esas tareas.
En Florida se habla de prioridades en la atención a las comunidades rurales, pero la hipótesis demanda mayor acción si se quiere frenar el desplazamiento de las familias de allí hacia la ciudad y otros destinos urbanos en la actual coyuntura.
José Martí lo dijo: «las ciudades son el alma de las naciones, pero su corazón, donde se agolpa y donde brota su sangre, está en los campos», hagamos, pues, todo lo posible para evitar que la zona rural de Florida se quede sin fuerza de trabajo.