Julio, 2024.- “¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado”. Así reaccionó el Comandante Fidel Castro Ruz al recibir la noticia del asesinato del joven revolucionario Frank Isacc País García, el jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio e integrante de su Dirección Nacional, quien fue baleado en el Callejón del Muro, en Santiago de Cuba, el 30 de julio de 1957, junto a su compañero Raúl Pujol Arencibia.
Nacido el 7 de diciembre de 1934, amante de las artes y la literatura, durante su vida estudiantil desarrolló un curioso experimento al que llamó República Escolar Democrática, consistente en emular un gobierno semejante al de país dentro del aula de clases; se tituló como maestro en la Escuela Normal de Santiago de Cuba y creó una academia para la superación de los obreros.
Con solo 22 años Frank había conquistado un lugar en la Historia por su entereza de carácter, valor, lealtad sin límites a la Revolución y por sus condiciones de dirigente cabal; se destacó por su participación en diversas acciones; organizó el alzamiento del 30 de noviembre en su provincia natal, en apoyo a los expedicionarios del Granma, y posteriormente brindó una ayuda vital a la guerrilla durante su fase nómada, con el envío de suministros de armas, medicinas y hombres a la Sierra Maestra.
Hombre de grandes valores y espíritu guerrillero desempeñó un rol significativo en la coordinación de las acciones a desarrollarse en el oriente del país, y junto a Fidel firmó la denominada Carta o Pacto de México que resultó ser un documento de unidad y compromiso entre el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario, que tenía como objetivo esencial coordinar las actividades frente a la tiranía.
Por todos los méritos adquiridos Fidel lo calificó “Símbolo de toda la generación que se sacrificó”, y por la imborrable huella que dejó, el 30 de Julio se consagró como el Día de los Mártires de la Revolución.