San José, 28 jul.- El Ballet Nacional de Cuba concluirá hoy su gira costarricense con la segunda presentación de “Carmen”, de Alberto Alonso, música de Georges Bizet y arreglo de Rodión Schedrín; y “Dionaea”, de Gustavo Herrera y partitura de Heitor Villa-Lobos.
La actuación este domingo de la compañía dirigida por la primera bailarina Viengsay Valdés en el Teatro Popular Melico Salazar, comprende el solo “Muto”, solo del coreógrafo Alberto Méndez musicalizado por Edvard Grieg; y el pas de deux “El corsario”, en versión de Alicia Alonso sobre el original de Marius Petipa, con música de Riccardo Drigo.
Una gran acogida en el país centroamericano tuvo hasta ahora el repertorio de las primeras figuras Sadaise Arencibia, Anette Delgado, Dani Hernández, Grettel Morejón y Yankiel Vázquez, junto a bailarines en ascenso como Ányelo Montero, Estefanía Hernández, Gabriela Druyet y Jorge Guerra.
Los bailarines transmitieron a Prensa Latina su entusiasmo por los aplausos y ovaciones del sábado, y esperan ser recordados entre los aficionados a la danza clásica por reeditar éxitos de anteriores actuaciones de la compañía, que debutó aquí en 1949, entonces bajo el nombre de “Ballet Alicia Alonso”, recordó el estudioso del BNC Ahmed Piñeiro Fernández.
Aquella gira solo poco tiempo después de su fundación continuó con otras en 1991, 2001, 2007, 2017, 2023, sin contar –subraya el especialista- la presencia como artistas invitados de algunos de los bailarines de la agrupación en galas y otros espectáculos en la nación centroamericana.
“Dionaea”, una de las piezas claves de la actuación de ahora –explica el Profesor de Historia y Apreciación de las Artes- fue coreografiada por Gustavo Herrera, con música de Heitor Villa-Lobos (fragmentos de “La selva amazónica»), con impresionantes diseños del maestro Ricardo Reymena.
“La solista principal –precisa Piñeiro- y, sobre todo, el Cuerpo de baile femenino junto a la participación de tres intérpretes masculinos, son los verdaderos protagonistas de este ballet, que el 3 de noviembre festejará el aniversario 40 de su estreno”.
“Carmen-suite” fue el nombre original de la coreografía de Alberto Alonso cuando la concibió para Maya Plisétskaya y el Ballet Bolshoi, aunque Loipa Araújo fue una de las grandes intérpretes de la versión coreográfica francesa, cuando era primera figura de los Ballets de Marsella de Roland Petit.
Pero –aclara el investigador- la “Carmen” que desde 1967 es parte del BNC es la no menos célebre de Alberto Alonso, un título ligado íntimamente a la grandeza escénica de Alicia Alonso, “cuya interpretación de la gitana-cigarrera es considerada como una de las grandes caracterizaciones de la escena danzaria del siglo XX”.
“Y valga resaltar que Alberto Alonso, uno de los patriarcas del ballet cubano, no creó solo el libreto, sino también la coreografía, que es, por cierto, una de las sobresalientes de la danza cubana de todos los tiempos”, subrayó el también profesor del Instituto Superior de Arte.
Tomado de Prensa Latina