Fidel Castro sobre Juan Gualberto Gómez: Patriota, figura gloriosa e histórica de Cuba

Fidel Castro sobre Juan Gualberto Gómez: Patriota, figura gloriosa e histórica de Cuba

Hace 170 años, el 12 de julio de 1854, nació en un ingenio azucarero de Matanzas, un destacado periodista, político, patriota y ferviente defensor del legado de José Martí, de la lucha en favor de la independencia de Cuba y en contra de la discriminación racial. A quién Fidel Castro en uno de sus discursos se referiría cómo: “Figura gloriosa, histórica de la provincia, que es “Juan Gualberto Gómez””. (1)

Sus padres, ambos esclavos, lograron obtener la libertad de su hijo antes de que naciera. De pequeño tuvo la oportunidad de cursar los estudios primarios. Su destreza lo llevó a ser enviado a París para aprender el arte de la fabricación de carruajes. Durante su estancia en Francia, tuvo acceso a las corrientes de pensamiento más avanzadas y lo encaminaron hacia la senda de la independencia.

En 1878, regresa a Cuba donde coincide con José Martí en un viaje que hacía de incógnito, quién en ese entonces vivía en el extranjero como desterrado. La amistad entre ambos fue crucial en aquellos años, pues se unieron en la causa por la libertad y la justicia en Cuba.

En su destacada labor cómo periodista, colaboró con El Fígaro y publicaciones como La Lucha, El Abolicionista y El Progreso. Como parte de su compromiso en la lucha contra la discriminación racial, estableció los diarios La Fraternidad y La Igualdad, además de crear el Directorio de las Sociedades de Color en el año 1892.

Juan Gualberto, en calidad de miembro del Partido Revolucionario Cubano, tuvo un papel fundamental en la organización de los alzamientos armados del 24 de febrero de 1895. Fidel sobre su participación señaló lo siguiente: “A principios de 1895, el patriota Juan Gualberto Gómez se alzó en armas, siguiendo las directrices de Martí para dar inicio a la Guerra de Independencia”. (2)

Después de la conclusión de la Guerra del 95, Juan Gualberto participó en la Asamblea del Cerro y se opuso firmemente a la Enmienda Platt. En marzo de 1901, como integrante de la Comisión encargada de elaborar la respuesta a la comunicación del gobernador militar de Cuba, Leonardo Wood, criticó abiertamente el propósito de la enmienda, al decir que:

“Tiende, por los términos de sus cláusulas principales a colocar a la Isla de Cuba bajo la jurisdicción, dominio y soberanía de Estados Unidos (…) puesto que antes de crearse aquí un Gobierno cubano, la enmienda exige que se establezca en la Constitución de que haya de nacer dicho gobierno, o en una ordenanza a ella agregada, para ser después insertados en un tratado permanente, el orden de relaciones en que Cuba ha de quedar respecto a Estados Unidos”. (3)

Fidel, por su parte, también se opuso siempre a la injerencia extranjera en los asuntos de Cuba. En su Reflexión “El imperio y la isla independiente” (Primera Parte) analizó las circunstancias de aquél momento en que se dio a conocer la Enmienda y resaltó la importancia de figuras como Juan Gualberto Gómez en la resistencia a las imposiciones externas y en la defensa de los intereses del pueblo cubano:

“Algunos miembros de la Convención Constituyente mantuvieron la tesis de que no estaban facultados para acordar la Enmienda solicitada por Estados Unidos, ya que ello implicaba limitar la independencia y soberanía de la República de Cuba.  Entonces el gobernador militar Leonard Wood se apresuró a dictar una nueva Orden Militar, el 12 de marzo de 1901, en la cual se declaraba que la Convención estaba facultada para acordar las medidas de cuya constitucionalidad se dudaba.

Otros miembros de la Convención, como Manuel Sanguily, opinaron que la Asamblea debía disolverse antes de acordar medidas que de tal manera ofendían la dignidad y soberanía del pueblo de Cuba.  Pero en la sesión del 7 de marzo de 1901 de nuevo se nombró una comisión para redactar una respuesta al gobernador Wood, correspondiendo la ponencia a Juan Gualberto Gómez, quien recomendó rechazar, entre otras, la cláusula relativa al arriendo de estaciones navales o carboneras.

Juan Gualberto Gómez mantuvo la más severa crítica a la Enmienda Platt.  El 1° de abril sometió a discusión una ponencia donde impugnaba el documento por contravenir los principios del Tratado de París y la Resolución Conjunta.  Pero la Convención suspendió el debate sobre la ponencia de Juan Gualberto Gómez y decidió enviar otra comisión para “conocer las miras y propósitos del gobierno de Estados Unidos acerca de cuantos particulares se refieran al establecimiento de un orden definitivo de relaciones, en lo político y en lo económico, entre Cuba y Estados Unidos, y gestionar con el propio gobierno, las bases de un acuerdo sobre esos extremos que proponer a la Convención para su resolución final.”” (4)

Aquel hecho demostró el carácter antiimperialista y de justicia de Gómez, sobre lo cual Fidel aseveró:

Las circunstancias históricas en que se desarrolló nuestra lucha demostraron que no podía siquiera calificarse de revolucionaria, si no era antimperialista y, además, socialista. Sólo el socialismo podía unir tan estrechamente a las grandes masas del pueblo para librar la gigantesca batalla moral, política, económica y social que teníamos por delante, así como para estar dispuestos a librarla en el terreno militar si el país era invadido. Era necesario conquistar toda la justicia, como había dicho Martí a Juan Gualberto Gómez. Solo el socialismo como régimen político, económico y social podía aportar toda la justicia”. (5)

Para Fidel, la justicia anhelada por Martí y Gómez se manifestaba en la idea expresada de la siguiente manera: “Aquel pensamiento tan bien expresado en aquella carta de Martí donde le decía a Juan Gualberto Gómez: conquistaremos toda la justicia. Desde los primeros momentos de nuestra Revolución, comenzamos a conquistar la justicia. En esa frase de Martí se resume todo: conquistaremos toda la justicia. ¿Qué significaba conquistar toda la justicia sino el socialismo? ¿Cómo más se podía interpretar?” (6)

Fidel Castro expresó su agradecimiento y reconoció la lucha de las generaciones pasadas, alegando que gracias a hombres como Juan Gualberto Gómez la Revolución cubana ha podido alcanzar la madurez y la conciencia revolucionaria que caracteriza al pueblo cubano:

Y gracias a los hombres que en condiciones muy adversas, a los hombres que en la era republicana libraron una lucha desigual contra la penetración yanki, hombres que arrancan desde Juan Gualberto Gómez y Sanguily, que se opusieron tenazmente a esa penetración, hasta los hombres que en las décadas del 20 y del 30 se inmolaron y cayeron luchando para que sobreviviera la nacionalidad cubana, el espíritu nacional cubano, para que el alma nacional no fuese absorbida por el extranjero poderoso; gracias a esos, a esa obra de generaciones, a esa tradición, nosotros hemos podido cosechar esta madurez y esta conciencia revolucionaria de nuestro pueblo”. (7)

Hoy en el aniversario de su natalicio se puede decir que cuando Fidel afirmó: “Cada periodista debe ser un gladiador contra las cosas que a su juicio marchan incorrectamente. Y es también un luchador por que las cosas marchen bien, un creador de la nueva sociedad”, es digna de aquel patriota llamado Juan Gualberto Gómez qué con su pluma y su intelecto libró grandes batallas en defensa de una sociedad mejor para Cuba en los 79 años que vivió.

Tomado de Cubadebate

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