Julio, 2024.- Fue el 10 de julio de 1902, hace 122 años, cuando nace en Camagüey Nicolás Guillén Batista, el bardo, agudo periodista y destacado activista político cuya producción poética le hizo merecedor del título de Poeta Nacional de Cuba.
Clasificado como el principal representante de la poesía negrista, afrocubana o mulata, en su amplia obra sintetizó los giros del habla popular de los negros y sus ritmos musicales con el uso más culterano del idioma.
En sus poemas sociales y políticos describe parte de la situación mundial desde los años 30 hasta los 70 de la pasada centuria; la crítica a la realidad imperante en Cuba la refleja en West Indies Ltd.; en muchas de sus obras están latentes temáticas como el racismo o la necesidad imperiosa de encontrar la paz.
Guillén fue también periodista e ingresó en el Partido Comunista en 1937, y durante la existencia del Partido Socialista Popular integró su Comité Nacional; asistió al Congreso Internacional de Escritores en España, donde nació su libro Poemas y crónicas sobre una guerra antifascista, y en sus recorridos por el continente realizó semblanzas a personalidades de la cultura latinoamericana,
Incansable creador y cultivador de la palabra, en 1947 reunió su obra poética publicada en el volumen El son entero; otros de sus libros son Cantos para soldados y sones para turistas y Elegías antillanas, donde pueden encontrarse los poemas El apellido y Elegía a Jesús Menéndez, este último escrito en homenaje al secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros, asesinado en la ciudad de Manzanillo, el 22 de enero de 1948.
Su legado poético incluye más de dos decenas de libros, publicados principalmente durante la segunda mitad del siglo XX, traducidos a muchos idiomas y reconocidos con comentarios elogiosos y estudios de destacadas personalidades de las letras por reflejar el espíritu de lucha de los seres humanos, y su esperanza de conquistar una sociedad mejor.
Por su activa militancia política tuvo que huir de la dictadura de Fulgencio Batista, en 1954, y radicarse en el extranjero y como resultado de más cinco años de trabajo en el exilio nacía el poemario La paloma de vuelo popular, un texto nostálgico que vaticinaba el anuncio de grandes cambios para la nación cubana y cuyos valores estéticos e ideológicos revelan la proyección social y revolucionaria de Guillén.
Una vertiente poco conocida, dentro de la poética de Nicolás Guillen son las décimas humorísticas; también escribió para los niños y hasta su fallecimiento, ocurrido en La Habana en 1989, asumió presidencia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), una institución vital para el desarrollo de la cultura cubana, fundada el 22 de agosto de 1961.
Merecedor de la Orden José Martí en 1981, por la calidad, variada y profundidad de su obra, así como por su sentido de la ética y su compromiso social y político, Nicolás Guillen Batista es considerado el Poeta Nacional de Cuba.