Addis Abeba.- La disminución de la calidad del aire y sus efectos adversos genera importantes desafíos sanitarios, ambientales y económicos para los millones de ciudadanos que habitan en Etiopía.
Los devastadores costos a la economía, el medio ambiente, la salud y bienestar de la población asociados a la contaminación del aire ambiental (AAP) y del aire doméstico (HAP) fueron expuestos durante un evento realizado en junio pasado coorganizado por la Autoridad de Protección Ambiental, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión de la Unión Europea (UE).
Cada año, las HAP causan casi 39 mil muertes y una pérdida de ocho mil millones de dólares a la economía, equivalente a cuatro por ciento del Producto Interno Bruto y al 53 por ciento del presupuesto gubernamental de 2023.
Esa carga incluye costos sanitarios y sociales de 3,9 mil millones de dólares, pérdidas ambientales de 2,2 mil millones de dólares y de tiempo de 691,96 mil millones de dólares.
Según datos del Ministerio de Salud de Etiopía, la contaminación del aire contribuye significativamente a los años de vida ajustados en función de la discapacidad, con 10 por ciento de la carga, así como una parte sustancial de las muertes (14 por ciento) y los años de vida perdidos.
Para ayudar al gobierno etíope, el PNUD, la UE y sus socios implementan un proyecto que abarca el estudio de inversiones.
De igual manera, la evaluación del entorno legal sobre la política relacionada con el tema y el apoyo técnico para establecer un plan de acción nacional multisectorial.
POLÍTICAS Y OPORTUNIDADES
La contaminación del aire en Etiopía está reflejada en diversos marcos políticos, proclamaciones e iniciativas que incluyen la Política Ambiental, Proclamación de Control de la Contaminación Ambiental, Programa Nacional de Aire Limpio, Política de Transporte, Desarrollo de Energías Renovables, Norma Nacional de Calidad del Aire Ambiental, Estrategia de Economía Verde Resiliente al Clima (2011) y la Iniciativa del Legado Verde.
Pese a esos esfuerzos, persisten barreras importantes como recursos financieros y técnicos limitados, una rápida urbanización, expansión de las industrias y falta de conciencia pública.
La superación de esos desafíos requiere de acciones y colaboración continua entre diversas partes interesadas en todos los niveles para ver cambios tangibles en la calidad del aire y fomentar el desarrollo sostenible.
En ese sentido, la cartera de Salud es el principal actor y una de las instituciones responsables de abordar la contaminación del aire en el país africano y enfrenta varios retos en la implementación de políticas y legislaciones relacionadas con este tema.
El responsable de la Oficina de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental del ministerio, Addisu Worku Tessema, mencionó entre esos retos el acceso limitado a la electricidad, la necesidad de colaboración entre diferentes sectores, sistemas inadecuados de gestión de residuos y una falta de conciencia sobre las fuentes.
Pero Tessema se manifestó optimista al referirse a las medidas adoptadas por el gobierno y esa institución como la Iniciativa Legado Verde, la imposición de impuestos a los autos viejos y los esfuerzos para promover el uso de vehículos eléctricos que ayudan a mitigar los desafíos y son relevantes para abordar las preocupaciones sobre la calidad del aire.
INVERSIÓN NECESARIA POR UN AIRE LIMPIO
Teniendo en cuenta la rápida urbanización e industrialización, se espera que la calidad del aire empeore en Etiopía. Con el estado actual y trayectoria futura de la crisis ambiental, el PNUD, la UE y otros socios realizaron un estudio sobre los argumentos de inversión para la reducción de la contaminación atmosférica.
La investigación evaluó los impactos sanitarios, económicos, sociales y ambientales de la AAP la HAP y destacó que invertir en la transición de estufas tradicionales de biomasa a las eléctricas en los hogares tiene una contribución fundamental.
Se estima que generará beneficios económicos por más de 2,4 mil millones de dólares en 10 años, cifra superior al gasto gubernamental de sólo 363 millones de dólares.
Otro aporte significativo de la intervención es el ahorro al país de 250 millones de dólares en costos de combustible para los hogares, lo que representa un ahorro promedio de 46 dólares por vivienda.
Asimismo, se calcula que la transición a tecnologías de cocina más limpias evitará alrededor de seis mil muertes prematuras y 190 mil casos de enfermedades.
El estudio prevé reducciones anuales en las emisiones contaminantes equivalentes al 20 por ciento del objetivo de Etiopía de disminuir casi 70 millones de toneladas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono para 2030.
La intervención evitaría la cosecha insostenible de más de 25 mil millones de kilogramos de madera, lo que equivale a preservar más de 120 millones de árboles.
CON LA VISTA EN EL FUTURO
Con la vista en el futuro, es necesario un enfoque que incluya a toda la sociedad y al gobierno para aprovechar las conclusiones de los casos de inversión e implementar con éxito las recomendaciones, precisó el estudio.
En ese sentido, fue elaborado un plan de acción multisectorial de cinco años sobre contaminación del aire y salud (2025-2030) con el apoyo de los proyectos del PNUD y la UE para informar y guiar la acción coordinada en Etiopía.
Sobre el tema, Tessema consideró que el establecimiento de una respuesta multisectorial es crucial para garantizar la colaboración entre varios sectores y para la implementación exitosa de la recomendación”.
Subrayó la importancia del compromiso de los líderes de alto nivel para impulsar políticas y acciones e incorporar la contaminación del aire en todos los ministerios, autoridades y agencias.
Destacó que los recursos son fundamentales y la movilización de fondos de los socios para el desarrollo puede ayudar a acelerar la implementación.
Las recomendaciones del caso de inversión mostraron la relevancia de la recopilación de datos e investigación exhaustivas para desarrollar intervenciones específicas en el contexto ambiental y socioeconómico de Etiopía.
La conciencia pública sobre los peligros de la contaminación del aire y los beneficios de reducirla es igualmente esencial.
Dotar a las comunidades del conocimiento necesario sobre su impacto y promover comportamientos sostenibles respalda los esfuerzos para mejorar la calidad del aire, además de permitirle a los responsables reevaluar las normativas vigentes y tomar decisiones basadas en la evidencia y centradas en la sostenibilidad ambiental.
Tomado de Prensa Latina