Junio, 2024.- Largo fue el tiempo dedicado a la incesante investigación y búsqueda hasta que el 28 de junio de 1997 fueron encontrados los restos del Comandante Ernesto Che Guevara y de otros seis miembros de la guerrilla internacionalista en Bolivia.
El hallazgo que conmocionó a Cuba, la región y el mundo, se produjo en la parte vieja de la pista de aviación de Vallegrande, localidad del suroriente boliviano, después de minuciosas investigaciones históricas y de arduos trabajos geológicos de científicos cubanos apoyados por especialistas de otros países.
Una de las pistas más importantes para encontrar la fosa común donde estaba enterrado la proporcionó el general retirado Mario Vargas Salinas, quien en una noticia publicada el 21 de noviembre de 1995 por el The New York Times afirmaba que la tumba del Che se ubicaba en la pista vieja del aeropuerto de Vallegrande.
Tras ese dato el equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y un grupo de expertos cubanos comenzaron a estudiar el terreno es busca de indicios que dieran con la fosa, el 30 de marzo de 1996 los argentinos se retiran de la búsqueda, pero los cubanos, liderados por el doctor en Ciencias Médicas Jorge González, entonces director del Instituto de Medicina Legal de La Habana, junto a amigos bolivianos, continuaron la labor hasta el hallazgo en 1997.
Después de encontrados, los esqueletos se fueron numerando según su aparición, y trasladados posteriormente hacia el Hospital japonés Santa Cruz de la Sierra, se sometieron a un minucioso análisis y a numerosas pruebas de identificación como la superposición cráneo-fotográfica por sistema computarizado.
Finalmente, el 11 de julio de 1997 se hizo pública la información de que los restos encontrados eran los del Comandante Ernesto Che Guevara, y los combatientes internacionalistas cubanos, René Martínez Tamayo (Arturo), Alberto Fernández Montes de Oca (Pacho) y Orlando Pantoja Tamayo (Antonio); y de los guerrilleros bolivianos Simeón Cuba (Willy) y Aniceto Reynaga (Aniceto), y el combatiente peruano Juan Pablo Chang (El Chino).
Los restos de los combatientes identificados se trasladaron a Cuba, donde recibieron el homenaje de todo el pueblo y se encuentran, desde el 17 de octubre de 1997, en el Mausoleo de la Plaza de la Revolución Ernesto Guevara de la ciudad de Santa Clara. (Foto: PL)