Abr, 2024.- En la actual situación de Cuba la zafra azucarera constituye uno de los procesos más tensos y complejos para una economía, asediada por las leyes del Bloqueo imperialista y dependiente de la compra de recursos básicos fuera de las fronteras del país.
Los trabajadores del sector, sus familias y el resto de los vinculados a esta industria conocen las dosis de sacrificios que conllevan la etapa de corte y molienda de la caña, así como los volúmenes de piezas y accesorios, combustibles y lubricantes, neumáticos, baterías y otros aseguramientos necesarios para ejecutar una zafra exitosa.
La actual campaña no escapa de tal realidad: luego de un periodo de reparación de los medios, con lo que se pudo, tanto las máquinas combinadas como el resto de los equipos de apoyo al corte y tiro de la gramínea arribaron a los campos con la voluntad de cosechar toda la materia prima posible para fabricar azúcar.
Las tensiones por la falta reiterada de combustibles, las interrupciones fabriles del central Carlos Manuel de Céspedes, la intermitencia de los camiones de la unidad empresarial de base de transportación y servicios a la mecanización (TRANSMEC) y el impacto de los incendios, mantienen contra la pared a varias cooperativas y otros aportadores, cuyas cañas previstas a cosechar en la actual etapa, siguen de pie bajo la amenaza del inminente periodo lluvioso.
A los agroazucareros de vergüenza, a los floridanos y al país les duele y preocupa el resultado actual de la zafra, cuando se conoce la importancia del crudo, o del refino, para la canasta familiar normada y como materia prima fundamental de renglones prioritarios de otras industrias, incluidas la alimentaria y la farmacéutica.
Sin embargo, los directivos y trabajadores del sector no se rinden; siguen al pie del cañón: en el campo y al lado de los hierros del ingenio, aprovechando cada litro de petróleo y toda la tonelada de caña cortada para demostrar su sentido de pertenencia y la voluntad de salvaguardar una cultura, un proceso y un compromiso imprescindibles para la seguridad y la soberanía de la nación cubana.
Escrito por Pedro Pablo Sáez Herrera/ Radio Florida/ Foto Internet
