Florida, 11 abr.- Este miércoles llegué temprano a la casona cercana al central Agramonte, un espacio en el que reinan alegría, esperanza, cariño, responsabilidad y «tranquilidad»; es el tercero de los círculos infantiles de Florida, un centro amplio donde 36 trabajadores, en su mayoría mujeres y educadoras, se responsabilizan con la atención, el cuidado y la formación de 86 niños y niñas, de entre dos y cinco años de vida.
Este 10 de abril celebramos en Cuba un nuevo aniversario de la creación de estas instituciones, donde los infantes reciben conocimientos y, a través de los juegos de roles, se fomentan en ellos valores, hábitos y habilidades, útiles para el inicio de la vida escolar.
Celebrar el cumpleaños del círculo genera un festejo que involucra a las educadoras y los demás trabajadores del centro, los niños, como protagonistas principales, y la familia, que apoya de las más diversas maneras y en la medida de sus posibilidades, y asiste a la fiesta para disfrutar de las primeras actuaciones públicas de esos chiquillos que en ocasiones en casa son tímidos y retraídos.
Amada Martínez Esquivel e Isabel Quintana Riset fueron estimuladas como las mejores trabajadoras de la institución educativa Trencito de la Alegría; el agasajo llegó también a la seño Leidy Villalonga Romagosa, quien en coincidencia con los círculos infantiles celebra el décimo día de abril su cumpleaños.
Hermosa la fiesta en que se regocijaron hoy los locos bajitos, los reparadores de sueños, los enanitos de casa, esos a los que José Martí llamó la esperanza del mundo; los niños que en los círculos infantiles son atendidos por seres especiales que derrochan amor, paciencia, comprensión, agudeza y sabiduría en cada jornada de labor.