Florida, 25 mar.- Este día del año 1903 muere José María (Mayía) Rodríguez, combatiente de la contienda de los Diez Años, mayor general del Ejército Libertador, participante junto a Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá, y uno de los organizadores de la Guerra Chiquita donde no pudo participar al ser detenido y enviado a España.
En esa nación contrae matrimonio, pero su compromiso con la Patria fue más fuerte que el reclamo familiar, y muy pronto se vinculó a los preparativos de un nuevo proceso emancipador que con celo organizaba José Martí.
Mayía Rodríguez trabajó muy de cerca con Máximo Gómez, a quien lo unían lazos de amistad desde la anterior contienda, y comisionado precisamente por este para representarlo viajó a Nueva York y allí junto a Martí y Enrique Collazo firmó la orden de alzamiento, y luego arribó a la isla el 24 de julio de 1895, en la expedición Sánchez-Roloff que desembarcó por Tayabacoa, Tunas de Zaza, y por sus conocimientos, experiencia y cualidades fue nombrado jefe del Tercer Cuerpo, que correspondía al territorio de Camagüey.
Mayía Rodríguez figuró entre los nueve generales cubanos invitados por los interventores norteamericanos a la ceremonia de cambio de poderes del 1ro de enero de 1899; acompañó a Gómez en su entrada a la ciudad de La Habana el 24 de febrero de ese año y se licenció del Ejército Libertador el 1 de junio para ocupar el cargo de director de la Casa de Beneficencia y Maternidad.
Durante los primeros años de paz tuvo una activa vida política, etapa en la cual se desempeñó como director de la Casa de Beneficencia y Sanidad; calificado por José Martí como el más virtuoso de los compañeros, Mayía estuvo hasta el final de sus días al lado de la independencia, ayudándola por los buenos caminos con su lealtad y entereza.
A 123 años de su muerte física el pueblo de Cuba rinde homenaje al bravo guerrero que alcanzó la gloria en la manigua redentora, con una hoja de servicio a la Patria caracterizada por su disciplina consciente, arrojo, lealtad, hidalguía y claras convicciones.
